A principios del mes de diciembre un pan de jamón tenía su precio entre 130 mil y 150 mil bolívares, este 24 de diciembre las panaderías vendieron el producto en 320 mil bolívares, lo que hizo incomprable el delicioso contorno de la hallaca.

Ante los altos costos, muchas familias merideñas sustituyeron el pan de jamón por pan de banquete o de bolita, el cual se encontró en las panaderías y en ventas ambulantes entre 50 mil y 70 mil bolívares la bolsa.

En Mérida no hubo venta de pan de jamón en cada esquina, como era costumbre, pues este año muchas personas ni intentaron vender este alimento en las calles del centro de la ciudad, así como en avenidas muy transitadas.

Alexis León, industrial del pan por muchos años, informó que la producción y la venta del pan de jamón cayó en 70% en comparación con el año pasado.

“Años anteriores para esta fecha yo hacía entre 80 y 100 panes de jamón y ahora solo estoy haciendo entre 8 y 10 panes diarios”, dijo León al tiempo que explicó que la caída se debe al alto costo de producción, la escasez de materia prima y la poca capacidad adquisitiva que tiene el merideño.

Así como faltó el pan de jamón en el plato navideño, la hallaca este año también fue protagonista de la escasez.

El alto costo de varios ingredientes obligó a los merideños a hacer las hallacas sin algunos de ellos como el pollo, las aceitunas, las pasas, los  garbanzos y en otros casos extremos sin adornos como la cebolla y el pimentón.

La navidad de los merideños estuvo marcada por la escasez, protestas, falta de gas, de combustible, entre otras situaciones que en años anteriores nunca se vivieron en la víspera del nacimiento del Niño Jesús.

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