La proporción de bolívares en efectivo cayó a su nivel más bajo desde que el Banco Central de Venezuela eporta este indicador. Para la última semana de junio, sólo 1,51 de cada 100 bolívares está en billetes y monedas, lo que dificulta la realización de transacciones cotidianas. En enero esta proporción era de 5,39%.

Durante el primer semestre del año, el BCV continuó emitiendo nuevos billetes y monedas, con un valor que aumenta a un ritmo promedio de 5,66% cada semana. El problema es que la tasa a la que crece el valor de la masa de billetes en circulación es mucho menor que el incremento de la liquidez, que crece en promedio 10,95% semanal. En otras palabras, la velocidad a la que crece el valor de la liquidez en general es dos veces mayor a la del efectivo en particular; dejando a este último atrás.

Variación semanal de la liquidez y el efectivo

Otra forma de ver este fenómeno es calculando la diferencia entre el aumento de la liquidez monetaria y el aumento del valor del efectivo. En la medida que el efectivo crece menos que la liquidez, los billetes y monedas ocuparán una proporción menor dentro de los bolívares en circulación.

Diferencia entre variación de efectivo y liquidez

En situaciones hiperinflacionarias, el cono monetario debe actualizarse con frecuencia para que los billetes mantengan su poder de compra. Esto no ocurre en Venezuela. Cada semana se requieren más billetes para realizar transacciones, esta dinámica, sumada a la caída en la proporción de billetes sobre liquidez, genera una crisis de efectivo que golpea desproporcionadamente a los consumidores de menos recursos.

La falta de efectivo es un problema que difícilmente se resuelva mientras Venezuela siga dentro de una senda hiperinflacionaria, simplemente imprimir más billetes no bastará. Lo que el Banco Central debe hacer es detener la excesiva emisión de dinero, la principal fuente de la inflación.

Fuente: Prodavinci

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