A un año de la reconversión monetaria, la crisis de escasez de efectivo que azotó fuertemente a los venezolanos en 2017 y hasta agosto de 2018, resurge en las entidades bancarias públicas y privadas de Caracas.

Además, la puesta en marcha de la parte más alta del cono monetario impide a los ciudadanos retirar menos de 20.000 o 50.000 bolívares por taquilla.

“El problema es que no hay suficientes piezas y los billetes del nuevo cono no van al ritmo de la inflación”, dijo Jesús Casique, economista y director de la consultora Capital Market Finance.

Datos de la Comisión de Finanzas de la Asamblea Nacional señalan que en el mes de julio la inflación se ubicó en 33,8%, un porcentaje muy superior al de las piezas monetarias que el BCV incrementó en el mismo lapso.

Basándose en la data del Banco Central publicada y actualizada hasta julio de 2019, Casique calculó que el crecimiento de los billetes en circulación fue apenas de 0,31% entre junio y julio.

“Está totalmente rezagado”, dijo el también profesor universitario, quien aclaró que el crecimiento de los billetes en circulación no debe ser exacto al de la inflación, pero que sí debe acercarse.

Para Casique, el BCV debe inyectar más piezas monetarias al mercado para solucionar de facto la escasez de billetes, la cual, aseguró, deriva de la puesta en marcha de un nuevo cono monetario en una crisis hiperinflacionaria.

“Una reconversión monetaria con el país en hiperinflación era totalmente inviable. Primero debieron atacar la hiperinflación y luego establecer la reconversión monetaria. No al contrario”, expresó el especialista en finanzas.

Pese a la escasez de piezas, Casique enfatizó que no hay problemas de liquidez sino de efectivo. Calculó que los billetes y monedas en circulación solo representan 7,56% de la liquidez monetaria total, según la data del BCV.

En una economía estable, entre 14% y 16% del total de la liquidez debería estar en circulación.

Es decir, que actualmente en el mercado venezolano solo se mueve de forma física, expresada en billetes y monedas, poco más de la mitad de lo necesario para que la banca pueda expender el dinero que cada ciudadano guarda en sus cuentas.

Con información de El Nacional

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