El programa regional de prevención del VIH/Sida, que atiende a más de 3 mil personas con la enfermedad en la entidad, presenta fallas desde 2014, señaló Mildret Bolívar, presidenta de la Organización No Gubernamental (ONG) Anzoátegui Sin Sida.

Pero es en 2017 cuando la crisis llegó a su máxima expresión: de los 27 medicamentos que distribuye el Ministerio de Salud sólo hay inventario de tres (escasez de 90%) y alcanza para ser suministrados hasta enero de 2018.

Bolívar sostiene que el estado Anzoátegui es uno de los pocos que se ha visto “menos afectado” por la falta de fármacos, situación generalizada en todo el país, e indica que hay pacientes que tienen tres meses sin recibir su esquema de tratamiento, cuando en otras entidades tienen seis meses y hasta un año sin la medicación.

El agotamiento de los inventarios de este tipo de fármacos se debe a que desde el Ministerio de Salud no se han firmado las órdenes de compra al fondo estratégico de medicamentos de la Organización Panamericana para la Salud (OPS), de acuerdo con Jonathan Rodríguez, presidente ONG Stop VIH.

Rodríguez explicó que el trámite, desde que se emite el pago hasta la recepción de las medicinas, tarda seis meses, por lo que el mismo debió hacerse a finales de año.

“Si el procedimiento se iniciara ahorita, es en medio año que estarían disponibles los medicamentos, lo que quiere decir que en los próximos meses vamos a presenciar cómo la calidad de vida de las personas con VIH se sigue deteriorando en Venezuela”, afirmó el activista.

Más allá de los antirretrovirales

Cuando se suspende la terapia antirretroviral, el virus se sigue multiplicando en el cuerpo del paciente y, a la vez, sus defensas van a disminuir, y el sistema inmunológico va a quedar totalmente debilitado, lo que genera que aparezcan infecciones y el cuadro de la persona se complique e incluso, que se presente resistencia a la medicación, manifestó la presidenta de Anzoátegui sin Sida.

A esto se suma la falla masiva de antibióticos. “Tienes un grupo de personas con VIH con infecciones oportunistas como neumonía, salmonella, candidiasis, toxoplasmosis, citomegalovirus y tuberculosis que se están muriendo en los hospitales porque no hay antibióticos para tratarlos”, señaló el vocero de Stop VIH.

Hacerle seguimiento a la enfermedad, por otra parte, “es casi imposible”. Desde 2014 también hay escasez de reactivos para pruebas de laboratorio para diagnosticar el virus, a fin de determinar la carga viral y analizar las CD4, células esenciales del sistema inmunitario.

Los voceros de las ONG Anzoátegui Sin Sida y Stop VIH, coinciden en que la crisis alimentaria que vive el país ha influido también en las personas con VIH y señalan que los estados de desnutrición y de desgaste físico son muy marcados.

Fuera de control

Jonathan Rodríguez aseguró que la epidemia del sida en Venezuela está fuera de control.

“No hay antirretrovirales; no hay reactivos, no hay fármacos para tratar la afecciones asociadas a la enfermedad, no hay fórmulas lácteas para alimentar a los hijos de madres con el virus, no hay estudios epidemiológicos para conocer qué cantidad de personas están infectadas y no hay campañas de prevención. El juego está trancado”, expresó.

Falta de activismo

Mildret Bolívar, presidenta de la Organización No Gubernamental (ONG) Anzoátegui Sin Sida, expresó que la entidad “está en pañales” en cuanto a la reivindicaciones al derecho a la salud de los pacientes con VIH. “Pese a que hay organizaciones civiles trabajando, los pacientes no se quieren involucrar en actividades para evitar ser identificados y discriminados”, sostuvo.

Con información de El Tiempo

02/01/2018

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