La siembra de arroz de 2017 no cumplió con las expectativas de los productores ni cubrió la demanda de los venezolanos. A pesar de que las organizaciones afiliadas a Fedeagro y los programas privados y oficiales esperaban sembrar 210.000 hectáreas, cerraron el año con 135.000 hectáreas sembradas en los 2 ciclos (verano e invierno). Cosecharon 405.000 toneladas de arroz paddy, con lo que se satisfizo 28,9% del consumo, que históricamente se ubica en 1.400.000 toneladas.

En los últimos 4 años el consumo per cápita cayó 66,5%. Según la proyección del Instituto Nacional de Estadísticas, hay 31.828.110 de habitantes en el país, por lo que la ingesta por persona fue de 12,7 kilos.

Mientras que en 2014 (30.206.307 habitantes) cada venezolano consumió 38 kilos dado que en ese año se produjeron 1.150.000.000 kilogramos en 230.000 hectáreas sembradas.

Las fallas en el suministro de insumos de Agropatria, empresa estatal; 40% de la maquinaria parada por falta de repuestos, la inseguridad en los campos y una enfermedad que produjo un vaneamiento en el arroz fueron los males que aquejaron a los productores el año pasado, enumeró el directivo de Fedeagro, José Luis Pérez.

Añadió que 70% del área sembrada fue afectada por la enfermedad, la cual provoca que la espiga no forme los granos correctamente y se produzca un manchado y un vaneamiento.

La anomalía ocasionó que los rendimientos por hectárea bajaran significativamente. “En los últimos 15 años tuvimos un promedio de 5.000 kilogramos por hectárea, pero el año pasado descendimos a 3.000 kilogramos.

Estamos formando un equipo para estudiar cuáles son las causas y las acciones que debemos seguir, porque está perjudicando fuertemente la producción de arroz”, dijo.

Los productores también han sido víctimas de actos vandálicos. “Tenemos problemas en el campo por robos de transformadores, motores y hasta sistema de riego. Entonces, no se puede regar todo el área que tenemos disponible”.

Recordó que 2009 fue el último año que se exportó arroz, principalmente a Colombia. “Nosotros tenemos la capacidad para desarrollar muchas más áreas, pero hay que dar las condiciones”.

Precio desfasado. A principios de 2017 los productores trabajaron con un precio de 2.600 bolívares que satisfizo sus requerimientos y la sostenibilidad del cultivo. Aumentó progresivamente hasta llegar a 4.000 bolívares en septiembre pasado. En ese mes hubo reuniones con el Ministerio de Agricultura Productiva y Tierras y con la Superintendencia Nacional para la Defensa de los Derechos Socioeconómicos, y se acordó el mismo precio.

A pesar de que convinieron en una revisión cada 60 días, pasaron los 2 meses y hasta la fecha no se ha efectuado un ajuste. Además, en noviembre la Sundde publicó la providencia administrativa N° 073/2017 en la que fijó el precio de venta a puerta de industria del arroz paddy al mismo valor (4.000 bolívares). “Desde septiembre los productores han trabajado con ese precio”, informó el director del rubro de Fedeagro, José Luis Pérez.

A partir de esta semana se empezó a manejar otro precio al productor, entre 12.000 y 18.000 bolívares, como un acuerdo entre industrias y productores para darle sostenibilidad al rubro. Sin embargo, está muy por debajo del que calcularon hace un mes en el último análisis de costo (30.000 bolívares).

“Para esta cosecha del ciclo verano de 2018 no tenemos un precio oficial para el arroz que esté ajustado a la realidad de los costos de producción. Los productores están alarmados porque sienten que no van a recuperar ni siquiera lo que invirtieron en el campo”, expresó.

Publicada por El Nacional

20/02/2018

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