Según los registros de homicidios de 2017 que maneja el Observatorio Venezolano de Violencia  (OVV), el año pasado murieron 15.890 adolescentes y jóvenes.  Esto representa 60% del total, lo que se traduce en que tres de cada cinco venezolanos entre los 12 y los 29 años de edad murieron de forma violenta.

El Observatorio especifica que de un total de 15.890 muertes, 12.553 fueron homicidios y 3.337 fueron por actuaciones de las fuerzas de seguridad, que quedan documentadas en los registros oficiales como “resistencia a la autoridad“.

Sin embargo, los jóvenes no solo protagonizaron el grueso de víctimas, sino también el de victimarios.

El OVV señala que este grupo es el más vulnerable a convertirse en potenciales victimarios como “instrumentos útiles de la delincuencia organizada“. Según los registros del observatorio, 60% de los victimarios tiene menos de 30 años de edad, mientras que 34,5% de este grupo tiene entre 20 y 24 años.

“Las bandas armadas crecen y se fortalecen incorporando a adolescentes en sus actividades, con amenazas, extorsión y engaño, pero también brindándoles la comida, el dinero y las oportunidades que las familias no pueden garantizar”, señala el OVV en el comunicado difundido este Día de la Juventud.

El Observatorio subraya que la crisis actual ha llevado a los jóvenes venezolanos a abandonar sus estudios para trabajar o mendigar y así proveer algo de alimento a sus hogares. Mientras que otros han tenido que emigrar para aliviar la carga a sus padres y colaborar desde el exterior con remesas.

En el comunicado, el OVV critica que el Gobierno no implemente políticas ni programas para detener las muertes violentas de miles de venezolanos y lamenta que los jóvenes, en lugar de oportunidades de desarrollo, se enfrenten a la pobreza, al desabastecimiento y la falta de servicios públicos de calidad.

“El Estado es responsable de garantizar sin más demora, políticas y programas públicos que reconozcan a los jóvenes como sujetos de derechos y personas corresponsables del desarrollo social. Reiteramos nuestra esperanza en una juventud cuya vida no esté sometida a la violencia, sino aferrada a sus sueños de un futuro de paz, trabajo y conocimiento”, finaliza el comunicado.

Con información de Efecto Cocuyo

13/02/2018

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