La economía mundial se expandiría un 3,1 por ciento en el 2018, levemente por sobre el 3 por ciento del año pasado, y marcaría el primer año desde la Gran Recesión del 2008 en que funcionará cerca a plena capacidad, dijo el martes el Banco Mundial en el informe Perspectivas Económicas Mundiales de Enero 2018.

América Latina se expandiría un 2 por ciento en el 2018, lo que representaría un aumento del 0,9 por ciento frente al 2017. El crecimiento más sólido se produciría en Panamá, con un 5,6 por ciento, mientras que se espera que la economía de Venezuela se contraiga un 4,2 por ciento este año

Sin embargo, en una actualización de su reporte económico semestral, el Banco Mundial advirtió que el alza económica de este año sería temporal a menos que los gobiernos adopten políticas que se enfoquen en incrementar la participación de la fuerza de trabajo.

El ritmo del crecimiento económico mundial se moderaría a un 3 por ciento en el 2019 y a un 2,9 por ciento en el 2020, agregó.

La mayor parte de la expansión será impulsada por las economías emergentes, en particular de los exportadores de materias primas, con tasas de crecimiento para los mercados emergentes y economías en desarrollo en su conjunto aumentando al 4,5 por ciento en 2018 y a un promedio de 4,7 por ciento en 2019 y 2020, aseguró el organismo.

En el caso de América Latina se expandiría un 2 por ciento en el 2018, lo que representaría un aumento del 0,9 por ciento frente al 2017. El crecimiento más sólido se produciría en Panamá, con un 5,6 por ciento, mientras que se espera que la economía de Venezuela se contraiga un 4,2 por ciento este año.

«Según los pronósticos, el crecimiento cobrará impulso a medida que la inversión y el consumo privado se consoliden, en particular en las economías exportadoras de productos básicos», dijo el Banco Mundial.

En contraste, el crecimiento en las economías desarrolladas se desaceleraría al 2,2 por ciento en el 2018, desde el 2,3 por ciento del año pasado, a medida que los bancos centrales remueven de forma gradual las iniciativas adoptadas después de la crisis, y el repunte de las inversiones se normalice.

«En el largo plazo, la desaceleración del crecimiento potencial (que refleja la rapidez con que una economía puede expandirse cuando la mano de obra y el capital se utilizan a plena capacidad) pone en riesgo los avances logrados en los niveles de vida y la reducción de la pobreza en todo el mundo», dijo el banco.

Con información de La Patilla
10/01/2018

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