A inicios del 2016 la Asamblea Nacional (AN) decretó una crisis humanitaria por la falta de medicamentos, insumos médicos y precariedades que sufren las clínicas y hospitales del país, situación que ha aumentado los índices de mortalidad por no cumplir los tratamientos recetados por los médicos correspondientes.

Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), son más de 150 medicinas las que conforman la lista de remedios esenciales, sin embargo en Venezuela se vive actualmente el mayor déficit de insumos médicos en la historia del país, siendo una de las pocas naciones que no aportan cifras oficiales a la OMS que permitan dar evidencia de los constantes declives en la salud.

Según información suministrada por el presidente de la Federación de Farmaceutas Venezolanos (Fefarven), Freddy Ceballos, en los laboratorios no se está produciendo el 85% de las medicinas básicas que atienden a pacientes crónicos que utilizan hipertensivos, antiepilépticos, insulina, quimioterapias, e incluso tratamientos continuos como los anticonceptivos.

“Tenemos productos que tienen un índice mayor a ese porcentaje, pero ese es el promedio generalizado” explicó Ceballos, agregando que la causa principal del déficit se debe a la no liquidación de divisas por parte del Estado, lo que significa una traba para los laboratorios y farmacias, pues el 95% de los insumos de la producción de medicamentos o materia prima es importada.

En octubre del 2016 se liquidó por última vez las divisas para estos insumos, detalló Ceballos, resaltando que en cualquier país del mundo las industrias estarían alarmadas, porque no se tiene una respuesta concreta de cuándo volverán a tener los recursos necesarios para que la salud en Venezuela deje de estar en crisis.

“Esto está acabando con la producción” alertó Ceballos, pues las empresas que producen los fármacos se encuentran trabajando a un 50% de sus capacidades óptimas, generando desempleo pues necesitan recortar personal para mantenerse en funcionamiento.

Asimismo se ha acrecentado la lucha de los ciudadanos en búsqueda de los fármacos y la decepción al encontrarlos a precios exorbitantes pues “el Gobierno ha permitido la dolarización de algunos productos en unos laboratorios”. Esto, aunado a los niveles inflacionarios que alcanzan un 800% aproximadamente, no permite que se puedan comprar las medicinas.

Ceballos plantea como solución crear un convenio realista, “el Estado venezolano debe tener la suficiente capacidad para decirle a las empresas cuáles son los recursos que tienen para trabajar, pero que se sinceren”, dijo.

Esfuerzos por no cerrar

Cincuenta farmacias han cerrado en seis estados de la ciudad, de las cuales aproximadamente 10 se encuentran en Lara, y todo este escenario se evidencia en las colas que constantemente hacen los barquisimetanos en la búsqueda de remedios.

Marta Giugni, quien posee un centro farmacéutico en Barquisimeto y forma parte de la Cámara de la Industria Farmacéutica (CIFAR), comentó que están trabajando con mucho esfuerzo para mantener sus estanterías con algunos productos, pero son los antialérgicos, analgésicos y vitaminas lo que mantienen en existencia.

“En Lara estamos en el 87% de déficit, todo se ha acentuado en el último año y a las farmacias independientes nos cuesta mucho más, pues los distribuidores se enfocan en las cadenas” explicó Giugni.

En reiteradas oportunidades organismos internacionales o países de Latinoamérica y el mundo han decidido enviar insumos médicos a nuestro país pero no han sido aceptados por el ejecutivo nacional, acción que desconcierta a la sociedad. Dentro de 15 días se espera tener un balance nacional de farmacias cerradas.

Fuente: El Impulso
Fecha: 25 de marzo de 2017

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