Cual esbirros que cortan cabezas a diestra y siniestra actuaron las cuatro señoras rectoras del CNE para excluir a miles de venezolanos del proceso de validación de las firmas del 1% del Referendo Revocatorio. Se rebanaron más de 650.000 rúbricas inventando criterios en un proceso de previa validación por parte del organismo, que no estaba en el reglamento que la misma Tibisay Lucena aprobó en 2007.

Una de esas firmas es la mía, al igual que la de otros muchos dirigentes de la Unidad, pero esto solo nos da más fuerzas para seguir luchando por los derechos de los venezolanos y vamos a seguir el proceso de validación paso a paso.

Y así como ocurrió con nosotros, la señora Lucena se sintió con el derecho de dejar por fuera del proceso de validación a por lo menos 100.000 personas que no votaban en el lugar donde firmaron, a 50.000 más por errores de transcripción, a 86.000 por supuestas irregularidades con su huella y otras 26.000 porque en la planilla había errores ortográficos, como que estaba mal escrita la palabra presidente.

La señora Lucena, que es una enchufada y disfruta de los beneficios que pagamos todos los venezolanos, se siente por encima de la Constitución, pero al igual que la vencimos el 6 de diciembre, cuando ganamos las elecciones de la Asamblea Nacional, la vamos a volver a derrotar, porque el Revocatorio se hará este año y por varias razones: primero porque está en la Constitución, segundo porque no hay argumentos técnicos ni legales para no hacerlo, y tercero, y más importante, porque así lo decidió el pueblo.

Aunque las rectoras del CNE saben que hay más de 195.721 firmas –que son las que se necesitan- para culminar este proceso que debió durar solo 5 días según la norma, han atropellado una y otra vez a los venezolanos. Se tardaron 41 días para revisar las firmas, un proceso que no está en el reglamento, y ahora anuncian que darán una semana para exclusiones de firmas, con el único fin de demorar siete días más el proceso y para que el Psuv monte sus malos shows; pero nuestra voluntad de cambio es superior a cualquier alcabala que nos pongan.

Pero a pesar de su reiterada violación a nuestra Constitución, a su irrespeto a la voluntad sagrada de nuestro pueblo, a su burla pronunciada respecto a suspensiones de las reuniones acordadas para fijar el lapso de la validación, a la represión contra movilizaciones pacíficas y a las agresiones violentas contra nuestros diputados a la Asamblea Nacional, la fuerza del pueblo se impone ante la ley del garrote que pretende aplicar el nefasto gobierno de Maduro.

Entre el 20 y 24 de junio, 1.350.000 venezolanos están autorizados para validar sus firmas y completar esta primera etapa de la activación del Referendo Revocatorio. Estamos seguros que esa inmensa mayoría del pueblo va a defender con firmeza nuestra Constitución.

Es importante que nuestro pueblo sepa que la validación solo podrá hacerse en las juntas regionales del CNE de cada estado, es decir, que quienes viven en el Área Metropolitana, en el municipio Sucre, en Valles del Tuy, en Guarenas-Guatire y en nuestro amado Barlovento, tendrán que trasladarse a Los Teques. Que lo sepan Maduro, Tibisay, Socorro, Tania y Sandra, así sea en el carro de Lola vamos a llegar, porque un pueblo organizado y decidido al cambio, es un fuerza indetenible.

Ellos tiemblan cuando el pueblo pronuncia la palabra Revocatorio, porque saben que detrás no hay ninguna organización política ni ningún dirigente al cual enfrentar, sino un pueblo decidido a cambiar. En el Revocatorio el pueblo convoca y el pueblo revoca, y se hará justicia a tantas violaciones y maltratos que han recibido los venezolanos.

A causa de este modelo fracasado, por lo menos 80% de la población está en situación de pobreza de ingresos, superando considerablemente el registro de 2014, que fue de 52,6%.En los últimos 12 meses la inflación acumulada se estima en 450,7%, la escasez de la mayoría de los rubros alimenticios supera el 80%, y producto de esta hambruna colectiva, a la que este gobierno tiene sometidos a los venezolanos, lamentablemente muchos se han visto forzados a hurgar entre la basura para poder sobrevivir. La conflictividad social sigue subiendo, se están registrando al menos 20 saqueos a diario y al gobierno lo único que le importa es mantenerse aferrado al poder. Esos son los logros que Maduro y su camarilla tiene para exhibir.

Estamos acostumbrados a que las decisiones del gobierno siempre son improvisadas, desastrosas y, cada vez con más frecuencia, violatorias de nuestra Constitución. Dentro de ese rango está el control discrecional que se está haciendo con la distribución de alimentos, ya que asignar funciones de “policía” a los Comité Locales de Abastecimiento y Producción (Clap), implica una delegación inconstitucional de funciones públicas, que atenta contra el principio de que todos los ciudadanos somos iguales frente a la Ley.

Con los Clap se viola el artículo 117 de la Constitución, que en teoría garantiza el derecho a comprar en condiciones de igualdad los productos que se deseen, y también la libertad de acceder a los alimentos. Los Clap no resolverán el problema de la escasez de alimentos. Son una alcabala que hace más engorrosa la adquisición de los alimentos. Un nuevo invento de Maduro para evadir su responsabilidad de garantizar el derecho a la alimentación del pueblo y trasladar el problema a las comunidades para poner a pelear a pueblo contra pueblo por la comida.

Los venezolanos estamos urgidos de que nos empiecen a pasar cosas buenas, luego de esta crisis en la que nos ha sumido el gobierno irresponsable de Nicolás Maduro.Necesitamos de buenas nuevas, de alicientes que funcionen como bálsamo para el espíritu, de noticias que nos mantengan viva la esperanza, y sin duda la clasificación a cuartos de final de la Copa América Centenario de nuestra Vinotinto, que vivimos como un triunfo colectivo, nos alegró la semana, pero lo que más nos alegraría es empezar a ver soluciones a las grandes calamidades como la falta de alimentos y medicinas.

Y así como lo dijo nuestro técnico de la Vinotinto, el equipo, los 23 jugadores le enviaron un mensaje al pueblo, y ese mensaje no es otro que cuando pensamos en función a los logros, a que los venezolanos somos del tamaño del compromiso que tengamos enfrente, a que cuando se tiene por meta un objetivo común, el trabajo organizado da frutos.

Esa unidad, ese trabajo en equipo, es el que hemos venido poniendo en práctica para conseguir el cambio político que amerita con urgencia nuestra noble tierra de Bolívar. Desde hace ya tiempo, venimos gestando la constitución de una inmensa mayoría social que garantice un cambio político pacífico, democrático, electoral, constitucional y por ende duradero, en el que derechos básicos, como la alimentación, la salud y la seguridad estén garantizados.

Nos han puesto todos los obstáculos, pero estoy seguro que unidos vamos a superarlos, como hemos venido haciendo en esta lucha. Este es el momento de demostrar la fuerza y organización que tenemos quienes queremos un cambio para nuestra Venezuela.

Y cierro estas líneas agradeciendo con todo mi corazón a todos los que han trabajado en este proceso, a todos los voluntarios, ¡uds son los verdaderos héroes!

¡Qué Dios bendiga a nuestra Venezuela!

 

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