Los venezolanos hemos sido pacientes y le hemos dado al gobierno muchas oportunidades para rectificar, pero contrario a ello se radicalizan en sus posturas en detrimento del bienestar del pueblo. Es por eso que los venezolanos salieron sin miedo a firmar para activar el Revocatorio, y eso es algo que a ellos los ha descolocado, no esperaban la masiva respuesta de la gente que, sin miedo, puso sus firmas y sus caras para acabar con la peor crisis que ha vivido nuestra Venezuela.

Que quede bien claro, activar el Referendo Revocatorio es un derecho político, enmarcado entre los derechos humanos, y ningún funcionario de este gobierno nos los puede negar. Sabemos que la señora Lucena y las otras tres rectoras del CNE, están muy preocupadas por ver qué inventan para defender a Maduro y mantenerlo en el poder. Incluso se tiene información de que quieren modificar el Reglamento de 2007 para impedir que el Referendo se haga este año, pero no vamos aceptar cambios de reglas de juego en el proceso, porque el Revocatorio ya inició.

El Referendo Revocatorio se va a realizar este año, porque nuestro pueblo está cansado de que su esfuerzo no se vea reflejado en sus ingresos y cada vez le cueste más adquirir los productos básicos, alimentos y medicinas tan necesarios; y para cambiar ese escenario hay que hacer un cambio político. CON MADURO NO HAY FUTURO.

Señora Lucena, le recordamos que el reglamento vigente establece un lapso de cinco días continuos para revisar las firmas correspondientes al 1% de las manifestaciones de voluntad de los venezolanos inscritos en el Registro Electoral. Ese lapso terminó AYER SÁBADO. YA ustedes, como Poder Electoral, deben decir a dónde tienen que ir los venezolanos a validar su firma.

Si no tenemos respuesta, iremos a buscar respuesta en la sede del Poder Electoral en Caracas y en toda Venezuela. No vamos a permitir que se sigan burlando de los venezolanos, ni que se obstruya el ejercicio de nuestros derechos, que están contemplados en la Constitución.

Los venezolanos queremos una solución pacífica, constitucional, democrática y electoral, y eso pasa por el Revocatorio como vía para garantizar el cambio político. Al gobierno, que quiere paralizar el país con decretos y decretos de días no laborables, tenemos que revocarlo ¡Gobierno parado, gobierno revocado!

Este es un gobierno con las necesidades invertidas, paraliza el país cuando lo que más se necesita es el trabajo de los venezolanos y poner a Venezuela a producir para activar nuestra economía. Ponen como excusa la crisis eléctrica y ellos mismos tuvieron que reconocer que en el hogar se consume más energía.

Mienten, una y otra vez, para no asumir sus errores. Y una mentira tan grande como nuestro río Orinoco fue la que dijo la flamante enchufada canciller, que representa en la OEA a la cúpula que gobierna; porque esa señora no representa al pueblo venezolano, al afirmar que en los últimos dos años Venezuela ha importado productos para alimentar a tres países del mismo tamaño que el nuestro y asegurar que la escasez es un invento mediático. Eso merece el repudio de todos los venezolanos.

¿Qué podrá sentir Nereida, una madre de Petare que se gana el día limpiando casas, ante una mentira como esta? Este domingo se celebra el Día de las Madres, pero Nereida, y todas las madres de nuestra Venezuela, seguramente estarán en una cola esperando a ver qué pueden comprar. Las mujeres venezolanas demuestran cada día su temple, trabajan duro para intentar llevar comida a sus casas y terminan completamente extenuadas y con los pies hinchados, porque además de salir a trabajar, complementan su dura rutina con horas en una cola para adquirir los alimentos para sus hijos. ¡Qué indignación!

Un sentimiento similar es el que sale del pecho de Nancy, ella acaba de dar a luz y tenía al bebé consigo en una larga cola para comprar un paquete de pañales cuando se enteró que el señor que encabeza el Ministerio de la Defensa celebró públicamente la compra de 13 helicópteros de guerra, que le costaron a la nación 500 millones de dólares ¡Qué descaro, qué indolencia!

Repudio e indignación nos tiene que dar a todos los venezolanos escuchar decir de la boca del señor Padrino López que los helicópteros se compraron para la protección y paz del pueblo. ¡Por Dios! Uno se pregunta cómo harán para evitar que alguien sea robado, asaltado, secuestrado o asesinado desde un helicóptero. Esa es la seguridad que necesita nuestro pueblo. Al igual que se le garanticen los tres golpes: desayuno, almuerzo y cena, y todo lo que se necesita para una vida digna.

Un gobierno responsable, en un momento de tanta conflictividad social como la que  estamos viviendo, priorizaría las necesidades. Con esos 500 millones de dólares se pudieran haber saldado parte de las deudas contraídas con el sector salud, cuya crisis es dramática, ya que actualmente la escasez de medicinas es del 90%. La responsabilidad de toda esta crisis es del gobierno, que no proporciona las divisas para la compra de materia prima para elaborar medicinas. Ya la deuda con el sector farmacéutico asciende a 3 mil 500 millones de dólares, lo que ha incidido en la merma de producción de fármacos que ya va por 43,1% en 2016.

¿Con qué moral se le puede hablar a un pueblo que se está muriendo de mengua, de defensa y paz, cuando en los 300 hospitales del país la escasez de medicamentos e insumos es de 95%? No hay medicamentos para el cáncer, la diabetes, tensión, convulsiones, no hay pastillas anticonceptivas, analgésicos, ni medicamentos para niños. Faltan 872 fórmulas en las farmacias públicas y privadas. Han muerto más de 40 recién nacidos en 4 meses de 2016, porque no hay insumos.

Y ante un escenario tan dantesco como este, Maduro y su camarilla prohibieron la donación de medicinas por parte de Cáritas Colombia, que se estaba tramitando mediante la Iglesia Católica y la Unión Europea. Es decir, en medio de la crisis que estamos viviendo, donde no hay medicamentos ni para atender las enfermedades crónicas, el gobierno no dio el permiso para que estos medicamentos entraran a Venezuela.

Maduro, prohibir que traigamos medicamentos para nuestros centros de salud es una clara violación a los derechos humanos de este noble y paciente pueblo, y por ende una razón más para revocarte, para cambiar tu nefasto, irresponsable, corrupto, indolente e incapaz gobierno, que prefiere ir a pasear por Margarita que atender las necesidades de nuestro pueblo.

Aprovecho estas líneas para mandar a todas las madres de nuestra Venezuela nuestro abrazo de solidaridad en estos días tan duros que estamos viviendo. Vaya nuestra palabra de aliento a quienes tienen el corazón arrugado porque no consiguen alimentos para saciar el hambre de sus hijos, a las mamás que no tienen el remedio para bajar la fiebre a sus pequeños, a quienes lloran porque la inseguridad les robó la vida de un hijo. Vendrán tiempos mejores.

¡Qué Dios bendiga a nuestra Venezuela y a todas nuestras valerosas madres!

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