Un total de 1.670 científicos venezolanos se han ido del país desde 1960 y 87% (1.457) lo hizo en los últimos 15 años, según los resultados del estudio Pérdida de talento: Fuga de investigadores en Venezuela, de Jaime Requena y Carlos Caputo, miembros de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales.
El cálculo arroja que desde el año 2000 ha salido del país, anualmente, una centena de profesionales orientados a la producción de nuevo conocimiento. La búsqueda de mejor calidad de vida y condiciones laborales para el desarrollo de sus proyectos figuran como las principales causas para migrar.
La cifra, explicó Requena, se obtuvo del cruce de distintas bases de datos, como los inscritos en el Programa de Promoción al Investigador, PPI, sustituido en 2009 por el Programa de Estímulo a la Innovación e Investigación, una lista de publicaciones científicas nacionales e internacionales y el Registro Electoral Permanente, para saber quiénes residen en el exterior.
Los que se han ido son responsables de 28% de todas las publicaciones nacionales: 42.783 desde 1960. El 31% de estos científicos y tecnólogos se va con doctorado y 13% con maestrías. Iván de La Vega, investigador experto en flujos migratorios, aseguró que Venezuela es uno de los países que tiene más emigrantes con estudios de posgrado, según el Centro de Investigaciones Pew, de Estados Unidos. “La sociedad deja de recibir el beneficio que le corresponde a cambio de los recursos (tiempo y dinero) empleados en la formación del recurso humano”, refiere el informe.
Un hecho que para los especialistas marcó el deterioro del sistema de ciencia y tecnología fue cuando en 2003 “tres cuartos de la fuerza investigativa del Instituto de Tecnología Venezolana para el Petróleo, adscrito a Pdvsa, fue despedido por haberse adherido al paro nacional”. Requena ubicó ese momento como un antecedente de “políticas científicas basadas en el clientelismo”. La situación impactó los campos de energía y petróleo. «Se descapitalizó intelectualmente a la industria», dijo.
La pérdida de talento, pero también de capital estructural, afecta profundamente a las universidades autónomas, pues es donde nace 80% de la investigación científica, indica el informe. Félix J. Tapia, gerente del Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico de la Universidad Central de Venezuela y miembro del Núcleo de CDCH –que agrupa a todas las instituciones universitarias del país–, agregó que las dificultades producto de los recortes presupuestarios también se evidencian en el mal estado de laboratorios y en la falta de dotación de insumos para prácticas y experimentos, así como la imposibilidad de hacer reposición tecnológica de equipos o actualización de bibliotecas.
“Mandábamos a formar a profesores afuera, pero comenzaron a no aprobar dólares; se realizó una lista de carreras prioritarias que afectó profundamente a las humanidades”, contó. En 2008, calcula Tapia, había 180 profesores de la UCV haciendo estudios de posgrado en el exterior, actualmente hay 7. Tapia también destaca que se pierde la capacidad docente para formar nuevas generaciones.
En números
En noviembre de 2015, el Ministerio de Educación Universitaria, Ciencia y Tecnología aumentó 150% del salario de los científicos del Estado, por lo que pasaron a ganar entre 11.574 y 30.700 bolívares al mes. Jaime Requena indicó que fuera del país el salario para estos profesionales se encuentra entre 6.000 y 12.000 dólares mensuales.
El Observatorio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación afirma en su sitio web que para 2013 en el país había 23.465 innovadores e investigadores, 343,5% más que en el último registro del PPI en 2009, cuando se contaban 6.831 investigadores. Una causa del crecimiento, a pesar de la alta migración, fue la inclusión de tecnólogos e inventores populares quienes no poseen título universitario y, según voceros oficiales, habían sido excluidos por el sistema capitalista.
Las fuentes citadas coinciden en que a pesar de esta alta cifra, el número de productos científicos se ha reducido, lo que causa desconfianza en rankings internacionales. Requena precisó que “en 2015 en Venezuela hubo entre 700 y 800 artículos científicos mientras que solo la Universidad de Sao Paulo en Brasil, originó en el mismo período 30.000 documentos”.
EL DATO
La Unesco refiere que debería existir un investigador por cada 1.000 habitantes, por lo que Venezuela debería contar con 30.000 de estos profesionales. “En el mejor de los casos, Venezuela cuenta hoy en día con la mitad de ellos”, refiere el informe. Con una formación máxima de 200 investigadores al año, el país necesita otro siglo para acercarse a cumplir la meta.
Fuente: EL NACIONAL
Fecha: 15/05/16