“Tuve que regresarme este martes en la tarde a Caracas y dormir en la oficina porque con mi carro no pude llegar a Caribe, donde resido”, contó Luis Montesino, antes de ingresar, como miles de varguenses, por el paso peatonal improvisado que fue habilitado desde ayer sobre el desplomado puente Guanape. “Esto se veía venir por la falta de mantenimiento”. Una afirmación que ratifica Mariscoli Vicent, con 20 años de residencia en ese sector y quien asegura que desde hace siete años venían haciendo denuncias sobre los daños en la estructura. “Ni la gobernación ni ningún organismo atendió las denuncias que constan en la prensa local. Siempre hemos estado desasistidos en vialidad”.

Para ayer en la noche estaba prevista la culminación de una trocha cerca de la orilla de la playa que permitiría el paso provisional de vehículos desde La Guaira hacia las parroquias Macuto, Caraballeda, Naiguatá y Caruao, donde residen más de 100.000 personas y que quedaron afectadas por el colapso del puente. 20 tableros y 13 laterales se encontraban ubicados en el sector para empezar la instalación del puente de guerra que deberá estar listo entre sábado y domingo. “Todo depende de la logística para el ingreso del material, el paso de los peatones y las condiciones del tiempo”, dijo uno de los trabajadores del Ministerio de Tránsito Terrestre.

Ayer personal de líneas aéreas fueron trasladados en pequeñas embarcaciones desde Macuto hasta el aeropuerto para incorporarse a sus labores.

El martes cientos de personas caminaron -en medio del caos- al menos una hora desde Maiquetía hasta después del puente caído, para montarse en el otro extremo los buses de la empresa estadal Sitssa y busetas particulares, pero ayer hubo mayor fluidez y orientación a los transeúntes por parte de las autoridades.

Otros en riesgo

El ingeniero Guillermo Rivas informó que es evidente la necesidad de hacer un estudio para determinar las causas del colapso del puente, pero según la evaluación que hizo el martes, la caída se debió a la fatiga de guayas de tensión. “La guaya es lo que tensa la viga y da resistencia de tensión al concreto, al fallar una guaya de una viga pierde tensión, el concreto con flexibilidad cede y arrastra el resto de las vigas. Estas no quedaron partidas, sino que se achinchorraron”.

Agrega que hace 20 años el Ministerio de Transporte había hecho un estudio de todos los puentes en Vargas y concluyó que las vigas requerían reforzamiento, “El de Guanape requería mantenimiento al igual que el del Teleférico que presenta fallas en los estribos y no se le ha prestado atención, por lo que puede colapsar”.

Informó que para la vía de la zona este de Vargas existía una ordenanza municipal que prohibía el paso de gandolas, pero desde el año 2000 “eso quedó en el olvido”. “El paso de cientos de gandolas con rocas de las canteras representa un peso enorme que una estructura con fallas no puede soportar”.

Carlos Texeira, directivo de la Red de Ciudadanos Activos, dijo que otro de los puentes en riesgo es el de la quebrada de Cariaco, frente al edificio del Ipasme. “A ese puente después de la tragedia solo le colocaron unas losas traídas del Metro de Caracas y le hicieron un revestimiento precario. Presenta fallas en la parte inferior y superior de la estructura, además de hundimiento”.

La situación hace temer que a la precaria situación de los comerciantes playeros por el bajo poder adquisitivo, se agregue el colapso del puente. Las playas quedarán aún más desoladas”, advirtieron Nelly Ferreira y Rosendo Perozo, en Macuto.

Fuente: El Nacional

Fecha: 26 de enero de 2017

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