Se cumplen dos años desde que la Fundación Venezolana de Donaciones y Trasplantes de Órganos, Tejidos y Células (@Fundave), que fue creada por el Ministerio de Salud, suspendió el programa de trasplante y procura de órganos de Venezuela.
Cuando se suspendió el programa, la fundación aseguró que “era temporal”. Han pasado 730 días en los que han dejado en vilo a 3.500 personas que se encontraban en lista de espera y muchas de ellas aún tienen la oportunidad de vivir si logran recibir un nuevo órgano.
Según Codevida, hasta hace dos años, había 15.000 personas en diálisis. En la actualidad, hay 10.200 aún en tratamiento, el resto falleció por la escasez de insumos, materiales y medicamentos en medio de la emergencia humanitaria que afrontan los venezolanos.
Muchas personas en diálisis podrían tener mejor calidad de vida si recibieran un trasplante renal, pero en Venezuela no hay posibilidad de hacerlo por la suspensión del programa por parte del Estado.
La desestructuración y desinversión en el sector salud ha afectado todos los programas de trasplantes, riñón e hígado son los más frecuentes. Muchos niños esperan se reactive el trasplante de hígado para poder mejorar su vida.
Los convenios internacionales como el del trasplante de médula ósea, que se ejecutaba en Italia también han sido suspendidos, causando daños irreparables a las familias de los niños que han muerto esperando que el Estado pague la deuda de 10.000 millones de euros.
Con información de El Pitazo