El director de la Confederación Venezolana de Industriales (Conindustria), Luigi Pisella, informó que al menos 40% de las industrias podrían desaparecer ante la falta de continuidad en sus operaciones, debido a la pandemia por covid-19 y la ausencia de políticas económicas efectivas que contribuyan a impulsar al sector.

Aquellas corporaciones que permanecen operativas, más allá de los sectores prioritarios (alimentación, salud e higiene), trabajan a 30 % de su capacidad instalada.

«Si no tomamos unas medidas que engloben a todos y no hay un giro de 180 grados en estas medidas económicas que existen, y que para nada han conducido al país a un beneficio, no vamos a salir adelante».

Conindustria aseguró que los industriales se han visto en la necesidad de cambiar su materia prima para costear los gastos internos de las empresas, que incluye el pago de impuestos y el salario de los trabajadores, «es decir, se están descapitalizando». Esto en medio de la reducción del mercado en algunos sectores que actualmente tratan de sobrevivir en medio de la coyuntura actual.

«No vemos que haya una intención de sentarnos a ver qué es lo que pasa con los impuestos, acotó, por lo que solicitó a las autoridades realizar una revisión de dichos fiscos.

«El impuesto de los grandes patrimonios, por dar un ejemplo, (…) ¿cómo es posible que tengamos que pagar por unos activos que están detenidos, que no están produciendo o que están produciendo a un nivel muy bajo? Son definitivamente impuestos injustos que no son dirigidos a la producción».

En conversación con Áryeli Vera, para Unión Radio, reiteró que urge impulsar a la industria interna y no «a otras economías de afuera en detrimento de la producción nacional».

La industria manufacturera promedio trabaja a 20 % de su capacidad, lo que se refleja en menores puestos de trabajo y reducción de los ingresos que recibe el Estado por parte de estas corporaciones a través del fisco.

«También muchas empresas que el Estado en un principio o bien expropió, confiscó o nacionalizó hoy son una carga para el Estado, no producen. Más bien el Estado tiene que poner dinero para que los trabajadores a duras penas estén allí».

Con información de Unión Radio

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