El número de pacientes muertos con signos de desnutrición severa en el Hospital Manuel Núñez Tovar, en Maturín, ascendió a 45.
El último deceso fue el de una niña de Maturín de apenas ocho meses de nacida que pesaba 4,2 kilogramos, peso correspondiente al de un bebé de dos meses. La pequeña ingresó al hospital de Maturín por la emergencia pediátrica y estuvo hospitalizada por 25 días.
Falleció la noche del miércoles. Además de desnutrida, la lactante también estaba severamente deshidratada.
Las muertes de niños con desnutrición ocurren todos los meses en el Núñez Tovar desde principios de 2018. Para enero de este año, los médicos daban cuenta de al menos 12 infantes muertos con malnutrición por déficit de nutrientes.
Médicos del centro asistencial indican que el Núñez Tovar llegan niños que presentan los dos signos de desnutrición severa: marasmática, que se caracteriza por una extrema delgadez debido al déficit en el consumo de calorías; y kwashiorkor, que produce la hinchazón del vientre de los niños y de otras extremidades debido a la ausencia de la ingesta proteico-calórica.
La crítica situación del agua tampoco ayuda a los pacientes del hospital Núñez Tovar. La interrupción del servicio se ha convertido en una constante para quienes hacen vida en el centro de salud, hasta el punto de tener que cargar agua en bidones desde la planta baja del edificio hasta las salas de hospitalización para poder asearse.
La crisis alimentaria no solo afecta a los pacientes que ingresan en el principal hospital de Monagas. Los niños que asisten a la consulta de Nutrición, Crecimiento y Desarrollo del hospital J. M. de los Ríos llegaban cada vez más anémicos y con parásitos, debido a las precarias condiciones de higiene.
Durante los primeros seis meses del año, los médicos del servicio del hospital de niños ya han acumulado 57 casos de desnutrición severa. Ingrid Soto, jefa del área de Nutrición, Crecimiento y Desarrollo, no descarta que para diciembre ese número sobrepase los 100.
En su reporte Panorama de la seguridad alimentaria y nutricional en América Latina y el Caribe, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés) reveló que Venezuela es el segundo país con mayor proporción de personas subalimentadas en la región, solo superado por Haití.
FAO advirtió que 11,7% de la población venezolana ingiere menor cantidad de alimentos que la necesaria, lo que representa 3,7 millones de personas. Pero eso no es todo lo que preocupa a la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación, también el hecho de que el número de personas desnutridas en Venezuela se disparó en 600 mil solo entre los años 2014 y 2017.
Con información de Efecto Cocuyo