Pablo Hernández, nutricionista, dietista e investigador del Observatorio Venezolano de la Salud, indicó que las personas que toman las decisión caminar para llegar a su sitio de trabajo, son aquellas cuyo mayor problema es adquirir dinero para una buena alimentación.
Aseguró que 8 de cada 10 hogares en Venezuela se preguntan qué hacer para ahorrar dinero de esa manera poder comprar comida.
Comentó que muchos de estos caraqueños también deciden caminar, por la falta de transporte público, de esa manera no exponerse ante el contagio del Covid-19 por congestionamiento en las unidades.
«Caminar diariamente sin ninguna alimentación balanceada ocasiona déficit calórico por ende la persona pierda peso», agregó.
Señaló que pocos dedican ese ahorro para comprar hortalizas o frutas sino proteínas de baja calidad como la mortadela, viseras o incluso piel del pollo.
Con información de Unión Radio