La industria de la construcción es el sector de la economía que más ha sido afectado por la crisis, con una caída del PIB en el sector público de la construcción en 50% del PIB en los últimos seis años, aseguró el presidente de la Cámara Venezolana de la Construcción, Juan Andrés Sosa Branger.

Recuerda que los precios del petróleo comenzaron a declinar en el año 2014, por lo que no es cierto que la desinversión, por parte del sector público, en el sector construcción se deba a una caída en los precios del petróleo, por el contrario se debe a una estrategia planificada desde el año 2012 de mantener un proceso de desinversión.

Eso nos ha llevado a una situación verdaderamente grave a nivel de infraestructura, porque estamos en el penúltimo lugar en materia de competitividad en infraestructura en Latinomérica, aseguró.

Advierte que los resultados de la Misión Vivienda son los peores que se han tenido en toda la historia republicana en materia de vivienda, recordando que en noviembre del año pasado, el presidente de la República manifestó haber invertido US$ 95.000 millones para construir 1 millón 150 mil viviendas.

Al dividir US$ 95.000 millones entre 1 millón 150 mil viviendas, eso da un promedio de 83.000 $/vivienda, lo grave es que ese millón 150 mil viviendas, no son nuevas, hay un porcentaje de menos de 50% que son viviendas nuevas, de acuerdo con una encuesta que hizo la Cámara de la Construcción con Datanálisis y se le preguntó a la gente si había recibido una vivienda nueva en los últimos 17 años y solo el 6% de la población contestó que había recibido una vivienda nueva, al multiplicar 6 por 31 millones de habitantes y divides entre 3,9 habitantes por vivienda, eso no da más de 500 mil viviendas, eso indica que de ese millón 150 mil viviendas a las cuales se referían en noviembre, más del 50% es decir más de 600 mil fueron viviendas usadas, señaló Branger.

Costos sobredimensionados

Precisó que al revisar estas cifras, se refleja una situación que es alarmante, porque una vivienda de este estilo a nivel internacional, no cuesta más de 45.000 dólares en países como Panamá, República Dominicana, Costa Rica o Chile.

Ahora bien, 45.000 dólares vale que un promotor que promueva una vivienda de este tipo, aporte el terreno, pague el financiamiento, obtenga la utilidad del promotor, pague un 3% por comercialización, pague un 5% además de ISLR, si quitas todos estos gastos, quiere decir que Misión Vivienda debería tener un costo 51% más barato que un promotor determinado, porque no paga terreno, no paga impuesto, no paga intereses, lo que evidencia que una vivienda debería costar 23.000 dólares, eso quiere decir que el Estado venezolano se ha gastado más de US$ 76.000 millones, los ha botado miserablemente, y esto es siete veces las reservas internacionales del país, explicó.

Señala que está dando unos números muy conservadores, porque una vivienda de 23.000 dólares, si se multiplica por la tasa de cambio libre, se está hablando de una vivienda de 80 millones de bolívares; si se relaciona con la tasa de cambio de Dipro, el costo sería de alrededor de Bs. 15 millones, indicando que esto lo debe saber el país.

Con los recursos destinados a la Misión Vivienda, se ha podido haber acabado con el déficit habitacional del país, porque con esos recursos donde ellos dicen que no construyeron 1 millón de viviendas, se han podido construir no menos de 4 millones de viviendas, mientras que el déficit habitacional del país está un poco por encima de los 2 millones de viviendas, así que perdimos la oportunidad de oro en el país, ahora tenemos que remar hacia adelante, dijo Sosa Branger en Fedecámaras Radio.

Fuente: El Impulso

Fecha: 18 de febrero de 2017

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