La carencia de insumos agropecuarios, escasez en restos de cosecha de maíz y sorgo para alimentar el ganado y la desaparición de pastizales, disminuyeron considerablemente la población de ganado bovino, afectando la producción de queso y leche en los municipios Infante, Ribas y El Socorro del estado Guárico.
Rafael Meza, directivo de la Asociación de Productores de Leche del estado Guárico, sostiene que los precios exorbitantes y la poca disponibilidad de insumos, tales como desparasitantes, antibióticos, vacunas y minerales, inciden en el manejo en los rebaños con la consecuente y drástica merma de la población y la productividad animal.
«La producción de queso y leche se ve comprometida en ganadería extensiva, por cuanto muy poco se cultivan forrajes y para colmo, de manera violenta se redujo la siembra de maíz y sorgo en los ciclos de invierno 2018 y 2019, afectando la disponibilidad de restos de cosecha o «soca» que tradicionalmente alimentan a los rebaños de doble propósito».
Meza dijo que se desconocen cifras oficiales sobre la oferta de queso y leche; sin embargo, recuerda que Fedenaga publicó un estimado de millón y medio de animales con un 40 por ciento en parición de hembras, unido a inseguridad, falta de incentivos y alta mortalidad por la sequía del año 2018, de tal forma que en 2019 se reducen los rebaños con lamentables consecuencias.
«Hace cuatro años que no llega semilla de pasto al país; no hay siembra de nuevas praderas, no se dispone de fertilizante ni insumos agroquímicos. Actualmente se cosechan apenas 40 mil hectáreas de maíz y sorgo, cuyos restos representan el forraje para el binomio 2019-2020, o sea, baja la producción y también la productividad», concluyó Meza.
Leche o queso
El comerciante receptor Raúl Hernández explicó que generalmente el pequeño productor de leche tiene su finca más cerca de los centros poblados; en cambio, los fabricantes de queso llanero se ubican en lugares más lejanos. «Privan razones de manejo, condiciones de la vialidad agrícola, transporte y disponibilidad de combustible, entre otras«, dijo.
«Ha bajado la oferta de queso blanco por parte de los ganaderos; con período seco el año pasado, yo recibía un promedio de cuatro mil kilos por semana y ahora con buen invierno apenas me llegan entre dos mil y dos mil quinientos semanales», asegura Hernández.
El precio de la leche a puerta de corral oscila entre cuatro mil y cinco mil bolívares el litro, mientras el consumidor la compra cruda a diez mil bolívares el litro en las calles de los poblados.
El queso elaborado es vendido a puerta de corral o en centros de recepción entre 40-44 mil bolívares; de allí pasa a los transportistas o «caveros», que lo trasladan a los mercados mayoristas de las urbes y estos lo expenden a bodegas y abastos que a su vez lo acercan al consumidor; de allí el alto precio final.
«Con 7,5 u 8 litros de leche cruda se elabora un kilo de queso llanero. Se utilizan 30-40 cc de cuajo por cada 100 litros de leche. El precio del cuajo liquido ronda los 140-160 mil bolívares cada uno y la sal se compra a razón de 70-80 mil bolívares por saco de 18-20 kilogramos, además del alimento y manejo¨, concluyó Raúl Hernández.
Conocidos los factores y canales de comercialización que inciden en la producción de leche de vaca y queso llanero, se estima una reducción del 50 por ciento en la oferta del año 2019, pero se avizora una caída de dimensiones incalculables, salvo que se apliquen políticas justas hacia el sector agropecuario.
Con información de El Pitazo