Mientras 59% de la población carezca de instrumentos y herramientas educativas para salir de la pobreza será difícil revertir el deterioro de la calidad de vida del venezolano.

Esta observación la hizo la socióloga Isabel Pereira, de Cedice Libertad, en el Foro Permanente de Ciudad 2016 «Población del AMC, una ciudad que envejece», que se efectuó ayer en la sede de El Nacional, organizado por la Alcaldía Metropolitana de Caracas.

Pereira recalcó en varias oportunidades acerca de la necesidad de percibir la ciudad como un mercado de trabajo, pues cree que esa dimensión subjetiva es como una esfera intangible en la que los ciudadanos cohabitan, se relacionan, despliegan sus habilidades, inventan, aprenden, crean riquezas y buscan ingresos imprescindibles para vivir: «Las ciudades son construidas por trabajo, con creatividad e imaginación. No es un tema exclusivamente económico. El mercado laboral de una ciudad refleja incluso los valores morales de quienes allí habitan», expresó.

De allí que se alarmó tanto al asegurar que 49% de los trabajadores ocupados del país carecen de relación formal con sus empleos. Son vendedores informales, una característica que incidirá en la manera de concebir su espacio y ocuparlo. No saben de leyes ni regulaciones.

«En Venezuela confluyen dos racionalidades distintas. Entonces nos preguntamos: si no existe seguridad social para ellos y si solo 45% de los trabajadores ocupados recibe beneficios laborales, ¿qué ideas podrá generar el sector informal para el mejoramiento de la ciudad, si además de no tener beneficios tampoco cuenta con educación, pues 54% de la población no terminó la primaria y 5% jamás la recibió?», se planteó la especialista al añadir que cuando una persona tiene más de 3 años en la informalidad se le hace imposible salir de ella.

Pereira dijo que el país vivía un momento realmente crítico, pues los indicadores revelan que es nulo en su oferta de oportunidades: su mercado de trabajo es fuertemente segmentado, hay bruscas diferencias salariales, ahora es más difícil superar las barreras culturales para la movilidad entre los segmentos y hay un gran peso entre la población no contribuyente: «Solo 16% gana más de dos salarios mínimos. Casi todos estamos muertos de hambre. Podemos decir que Venezuela vive en la pobreza».

La socióloga indicó que había que trabajar a brazo partido para revertir esta realidad. Recomendó fomentar las capacidades de los más jóvenes, defender el derecho a la propiedad, ser intolerante ante toda desigualdad, fomentar la democracia política y propiciar la libertad para crear, pensar y elegir.

Ante la falta de los otros ponentes invitados, Zulma Bolívar, presidente del Instituto Metropolitano de Urbanismo, añadió que urgía pensar en la Caracas futura, esa que en el año 2040 contará con una cuarta parte de su población mayor a 65 años de edad.

FUENTE: EL NACIONAL

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