Pablo tiene 38 años y fue diagnosticado VIH positivo hace cinco años, desde hace un mes sus días y noches transcurren con angustia debido a que no consigue las medicinas que necesita para poder vivir.
«Siempre había contado con los medicamentos. Desde que me puse en tratamiento, nunca me habían faltado, hubo una vez que me los entregaron vencidos por dos meses y así me los tome, pero ahora estoy angustiado, porque me queda para 20 días y no hay», se lamenta este hombre de Puerto Ordaz.
Y es que desde hace un año el desabastecimiento de antirretrovirales se ha agudizado tanto que la Sociedad de Infectología conjuntamente con las Organizaciones No Gubernamentales que velan por los pacientes de esta enfermedad emitieron un comunicado en el que exhortan a las autoridades sanitarias nacionales a prestarle atención a estos pacientes y en el que explican la compleja situación por la que pasan en estos momentos.
Esteban Colina, de la ONG Red Venezolana de Gente Posotiva explica que son varios los factores los que han hecho que la situación esté tan crítica.
«Existen dos medicamentos que se obtenían a través del Convenio Cuba-Venezuela y desde hace un año no llegan. Otro medicamento no se le está vendiendo al país debido a que se le tiene una deuda muy grande en dólares, los otros laboratorios tampoco le quieren vender al país por el mismo problema. Son 64 mil las personas en el país que están en tratamiento y que corren peligro de morir, si no lo continúan», señala el activista.
Agrega que interrumpirlo también es un problema debido a que el paciente hace resistencia y tiene efectos secundarios, eso sin contar con el costo que representa para el Estado.
«En el país hay medicamentos unas veces sí y unas no. Eso es peligroso, es grave si se interrumpe. Es costoso para el país, además que la mayoría de los pacientes hace resistencia, hay que comprar un tratamiento de segunda línea. Se sufre cuando se cambia de medicina, también hay efectos adversos. Estos son severos. Hay ansiedad, paranoia, insomnio, vértigo, complicaciones cutáneas, entre otras», explica Colina.
Asimismo subraya que cada vez que se cambia de tratamiento el paciente tiene efectos neurológicos, hepáticos y renales.
El comunicado destacó la falta de tratamientos de primera línea y de reactivos para su diagnóstico. Además puntualizó que los antirretrovirales tazanavir, raltegravir, ritonavir, nevirapina, efavirenz, rilpivirina, tenofovir, emtricitabina y abacavir tienen ausencias intermitentes lo que hace imposible seguir un tratamiento.
«Ayer cuando fui a buscar mis medicinas me indicaron que no habían llegado, una señora me dijo que tenía cuatro meses que no llegaban sus medicinas. Con mis medicinas me mantengo sano, con calidad de servicio. Nosotros, los pacientes con VIH si no tomamos nuestro tratamiento es una sentencia de muerte», concluye Pablo.
FUENTE: EL UNIVERSAL
16/11/2016