Una de las denuncias más comunes que se tiene en el país es con respecto al servicio de salud, salud que más allá de los gremios médicos, abarca otros sectores, como los bioanalistas, parte primordial que se debe tener en cuenta a la hora de tratar a cualquier paciente para conocer con certeza el diagnóstico y estado de la persona.

No obstante, la decadencia que vislumbraban los especialistas con respecto a su profesión desde hace años, hoy en día se está cumpliendo y en un porcentaje que supera incluso sus peores pensamientos.

Algunos aseguran que el problema que actualmente se vive en el sector inició en el año 2000. Judith León, presidenta de la Federación de Colegios de Bioanalistas de Venezuela (Fecobiove), coincide en esto, recordando que fue en ese entonces cuando el Gobierno nacional eliminó las diferentes direcciones que emanaban las directrices a las entidades a nivel nacional, con la intención de tener objetivos específicos que cumplir.

Asimismo, esto permitía reunir constantemente los reportes de cada estado, de manera que se tenía un mayor control sobre las condiciones de los laboratorios. “La dirección de bioanálisis fue desmantelada cuando se cambió el Ministerio de Sanidad por el Ministerio de Salud. Ahora hay un ministro y cinco viceministerios, se volvió algo más burocrático. Esto es algo que incluso un colega lo describió en un libro, en donde reportó cómo no estamos viendo perjudicados desde que esto sucedió”.

Al igual que muchos sectores de la medicina, los laboratorios se surten mayormente por productos importados, los cuales hoy en día son imposibles de costear sin obtener dólares a un costo considerable. “Los equipos que teníamos era a comodato. Las empresas nos colocaban las máquinas y nosotros les comprábamos a ellos cierta cantidad de reactivos o exámenes”, explicó Elena Torres, presidenta del Colegio de Bioanalistas del estado Lara.

Actualmente, estos importadores no tienen la capacidad de traer los productos, por ende, las instituciones de salud no tienen qué comprar, lo que genera una pérdida para la empresa y esto ha provocado que se tome la decisión de retirar los equipos. “En caso de que lleguen algunos reactivos igual no podremos realizar los exámenes porque no se tiene la máquina que los procesaba”.

Hasta hace algunos años el laboratorio del Hospital Central Universitario Antonio María Pineda (Hcuamp) significaba realizar al menos 200 exámenes diarios, únicamente en el área de emergencia, hoy pasó a ofrecer únicamente la prueba VDRL, orina y heces. Manteniéndose así únicamente al 10% de sus funciones, informó Torres.

Lo que se trataba de un espacio con funcionamiento las 24 horas del día, ahora ha pasado a ser la parada informativa de los pacientes del centro de salud para decir “no hay” y enviarlos a algún laboratorio privado cercano, no obstante, es poco probable que en un solo lugar consigan todos los exámenes que se les solicite, por lo que ni siquiera por tratarse de instituciones independientes significa que cuenten con todos los reactivos y equipos.

Datos

Según un reporte realizado por la Asamblea Nacional la inoperatividad de los laboratorios asciende a un 97%, mientras que en los centros privados las falles pueden representar un 75%, dijo la representante de Fecobiove.

La mayor exigencia del gremio de bioanalistas es que se cumpla la Constitución, especialmente el artículo 83 en donde se expresa que la salud es un derecho fundamental, el cual es obligación del Estado y forma parte del derecho a la vida con intenciones de elevar la calidad de vida de la ciudadanía.

Consideraron que ciertamente todos los gremios del sector salud se están viendo afectados y ameritan atención inmediata, no obstante, en el caso de los bioanalistas se trata de una parte importante que permite diagnosticar y brindar precisamente algo de calidad de servicio al enfermo.

Fuente: El Impulso

Fecha: 29 de mayo de 2017

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