El 95 % del transporte público en Iribarren el estado Lara, está paralizado, pero los integrantes del gremio se unieron con un principal objetivo: exigir a las autoridades que paren los atropellos constantes que han sufrido durante la pandemia. Con un comunicado, que harán llegar a la gobernadora Carmen Meléndez, exigen cese de las multas hacia los transportistas.
En rueda de prensa que se desarrolló en la sede de la Ruta 5, directivos de los sindicatos de transporte informaron que alrededor de 15 multas diarias son impuestas a buseteros y rapiditos sólo por el simple hecho de estar trabajando, además de que dichas multas son cobradas en Petros (Bs. 13 millones cada unidad) y no por unidad tributaria que vale Bs. 1500, entonces hay transportes que deben pagar hasta 44 millones de bolívares.
«Nos tienen de cajeros bancarios. La AMTT aplica multas y hasta que no cancelemos no nos devuelven las unidades con la que trabajamos», denunció el presidente del Sindicato Automotor, Giovanni Peroza, lo que consideró un abuso por parte de la municipalidad. También detalló que funcionarios de la Guardia Nacional (GNB), Polilara, Policía Nacional y FAES se la pasan acosando a los choferes para pedirles dinero con tal de no multarlos.
Otra denuncia que realizaron los transportistas es sobre la gasolina, ya que hasta seis días duran los chóferes en colas para poder equipar su unidad y cuando por fin logran llegar, se llevan la sorpresa que solamente los «equiparán» con 30 litros. Una unidad por lo menos tiene que equipar 120 litros diarios para poder abastecer la cantidad de pasajeros durante todo el día.
«Hacemos un llamado al general de ZODI-Lara, Enrique José Arocha, para que nos surta de combustible como lo ordenó Nicolás Maduro. El transportista es pateado por autoridades en estaciones de servicio. Nosotros no entendemos por qué el Gobierno da una orden y el gobierno regional no obedece y no se cumplen los mandatos», expresó Ilich Gómez, vocero del Sindicato Bolivariano.
La mayoría de las quejas fueron en contra de la AMTT, transportistas alegan que en vez de ser el ente que regula el gremio se ha convertido en el principal enemigo de todos los chóferes de autobuses, transporte en general y del mismo venezolano de a pie.
Por otra parte, chóferes exigieron la apertura del terminal de pasajeros en los días establecidos de flexibilización, ya que Lara es la única entidad donde no se cumple este plan del Ejecutivo Nacional. Esto conlleva a que hayan terminales clandestinos y sin ningún tipo de medidas sanitarias para prevenir contagios de coronavirus.
Con información de La Prensa de Lara.