Precios regulados desde 2003 han hecho insostenible la producción, según el gremio de cañicultores. En todo este año solo han podido suministrar 200.000 toneladas, cuando el consumo es de 90.000 al mes
Meses sin conseguir azúcar en los anaqueles tiene Celina Sánchez (nombre ficticio). La administradora de 57 años no tiene tiempo de hacer colas y en su edificio de Chacao no existe ningún CLAP, los Comités Locales de Abastecimiento y Producción promovidos por el Gobierno desde abril para llevar bolsas de comida directamente a las casas.
Así que Sánchez busca azúcar por los caminos verdes: los bachaqueros, pero esos que suelen abastecer por “pacas” a algunos familiares. “Hace dos semanas me pidieron 2.500 bolívares por un paquete de 900 gramos. Volví a pedir y me dijeron que ya no les queda”, cuenta bajo la condición de modificar su nombre.
El desabastecimiento no llega solo a los anaqueles sino a industrias como la de refrescos, que reportaron desde mayo niveles críticos de inventario del azúcar industrial, que utilizan para endulzar sus bebidas gasesosas. Coca Cola y PepsiCo han debido paralizar la producción ante la falta del insumo, importado exclusivamente por el Gobierno por restricción legal.
El azúcar en Venezuela es objeto de regulación de precios desde 2003. Su último ajuste oficial es de febrero de 2015 cuando el kilo quedó en 26,57 bolívares.
Para el presidente de la Federación de Asociaciones de Cañicultores de Venezuela (Fesoca), José Ricardo Álvarez, esta pretensión de mantener precios regulados en una economía inflacionaria –Venezuela cerró 2015 con una variación de precios oficial de 180,9% y se prevé para este año 700%– es la causa principal del declive de la producción nacional.
“Esta zafra solo se compara con la de 1962; es decir, estamos en niveles de producción de hace más de 50 años”, declaró.
FUENTE: REPORTE CONFIDENCIAL
CON INFORMACIÓN DE CONTRAPUNTO