Como todo muchacho tiene planes de tener esposa, casa y carro, y a pesar de ganar cinco veces más que el sueldo mínimo establecido por el Estado sus únicos lujos son comprar un dulce importado, ir al cine con sus amigos, quizás comer en Galipán (cuando sus dos trabajos le dan chance).

Esta historia comulga con la de miles de jóvenes venezolanos que a pesar de tener una profesión o no, la situación del país le está pegando, y a pesar de no querer irse por tener la esperanza De que todo mejorara, cada día sus sueños lucen más truncados que ayer.

Como un “chiste de mal gusto” es la respuesta de los que tienen entre 23 y 29 años al ser interrogados sobre si creen que con el salario que tienen actualmente pueden comprar un carro, casa o al menos les alcanza para completar la canasta básica.

Ni para el mercado. Según el último reporte del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas) el precio de la cesta alimentaria está ubicada en Bs 832.259,95 o lo que es igual a 20 salarios mínimos.

En el país el común denominador de los jóvenes ganan un sueldo mínimo de Bs 40.638 (monto que entró en vigencia desde el 1 de marzo). Con esta cantidad sólo le alcanza a Enrique Torres para comprar un kilo de carne, uno de arroz, un kilo de queso y “se me acabó la quincena”, dice.

Alquilar tampoco. Para el joven que desea mudarse o decirle a sus papás se ha vuelto inalcanzable.

Alquilar una habitación (así sea en un barrio caraqueño) sale un “ojo de la cara”, las mismas no se bajan de Bs 20 mil mensuales, y 15 mil si la zona es “candela”.

Alejandra Ramírez, quien trabaja para una ONG devengando Bs 120 mil de sueldo neto (además del ticket de alimentación), hace unos meses alquiló una habitación en Santa Rosa de Lima, la cual tiene un costo de 60 mil. Sólo le queda la mitad de su salario para cubrir otros gastos.

La historia es gris y se agudiza por el panorama tan poco alentador; el Fondo Monetario Internacional proyectó, hace un mes, que Venezuela finalizará este año con una inflación cercana al 1.600%.

Comprar sólo por fotos. Cuando se tiene la curiosidad de soñar con una vivienda y se ingresa a las páginas donde son publicadas propiedades, sus montos hacen querer cerrar las pestañas de inmediato.

Años atrás, los jóvenes comenzaban su patrimonio adquiriendo su vivienda en el oeste caraqueño (por ser la zona más económica). Nilfa Díaz dice que en el año 1989 compró un apartamento en la UD-5 de Caricuao por Bs 400 mil (de los de antes), tenía 23 años, era administradora y cobraba Bs 5 mil.

En aquella época su salario le daba para pagar un crédito hipotecario de Bs 380 mil, llenar la alacena, pagar pasaje y darse gustos femeninos como comprar algo de ropa cada mes.

Sin embargo, en 2017 para adquirir un crédito para una vivienda en el Banco de Venezuela (perteneciente a la red del Estado), el grupo familiar debe tener ingresos de 20 salarios mínimos o lo que es igual a Bs 812 mil 760. Si se cumplen los requisitos y se obtiene un crédito sólo alcanzaría para comprar la estructura más barata y en oferta de un baño.

Con información de: Diario de Caracas

Fecha: 23 de marzo de 2017

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