En el interior la espera por la gasolina se acentúa y en entidades como Táchira no hay opción de echar gasolina subsidiada. Comer, dormir y hacer necesidades alrededor de los carros se ha convertido en rutina para muchos.

Tal Cual

A las 5 y 46 de la mañana del pasado domingo 19 de septiembre, Rafael Gómez llegó a la cola para echar gasolina en la estación de servicio «Melo», en la urbanización caraqueña de La Florida. Le tocó estacionar detrás de un vehículo cerca de la Funeraria Vallés. Allí durmió un poco y, cerca de las 8 de la mañana, un funcionario de la Guardia Nacional Bolivariana que iba de parrillero en una moto le entregó un cartón con el número 40, escrito con marcador. Tenía 39 carros por delante para surtir combustible. Sus compañeros eran una biografía de Woody Allen llamada A propósito de nada, un cooler con agua y unas galletas.

Media hora después de que el militar le diese el número, los carros empezaron a moverse. Fue un lento recorrido que implicaba encender su vehículo, avanzar unos metros y volver a estacionar. Así, en esa caravana, en medio de un sol inclemente, estuvo hasta las 11:30 de la mañana, cuando finalmente pudo registrarse con su huella digital en el punto de biopago del sistema Patria y cancelar la cifra de 225 mil bolívares por 45 litros de gasolina, a razón de Bs. 5.000 por litro.

Gasolina: ahora es a 10 mil soberanos o 0,01
Luego de la reconversión que le quitó seis ceros a la moneda el 1 de octubre pasado, ahora el precio de la gasolina sería 10.000 soberanos o 0,01 de la moneda nueva, un monto ampliamente inferior a los 0,5 dólares por litro (alrededor de 2,5 millones de bolívares o 2,5 bolívares de la nueva expresión monetaria) que debe pagarse en las estaciones de servicio con precios internacionales desde finales de mayo de 2020, según estipuló el gobierno de Nicolás Maduro.

Rafael tiene a su disposición 120 litros de gasolina subsidiada al mes y debe administrarlos con cautela si no desea terminar acudiendo a una de las bombas con precios dolarizados. Surtir su carro de combustible, al menos una vez cada 15 días, representa un desgaste físico y mental para el ingeniero industrial que administra una empresa de mantenimiento de aires acondicionados.

«Esta vez porque era fin de semana, pero los días de semana son jornadas de trabajo perdidas, sin contar con el calor, la angustia de si llega o no llega la gandola con la gasolina o de si te dan ganas de ir al baño o se te presenta una emergencia. Es bastante humillante esta situación, a los venezolanos nos han sometido y reducido a nada».

«Tuviste suerte»
A su llegada a casa con hambre, cansancio y sueño, luego de seis horas y media de cola, Rafael se topó con un vecino del edificio donde vive que le dijo: «Tuviste suerte, yo estuve en esa cola desde el martes a las 6 de la tarde hasta el miércoles al mediodía». Rafael no sabe si sentirse afortunado o resignarse a una situación que parece prolongarse.

De acuerdo a la aplicación vePDV, en Caracas hay 45 estaciones de servicio que venden gasolina a precios subsidiados, de las cuales 38 se encuentran en el municipio Libertador, cuatro en Sucre y tres en Baruta. En los municipios Chacao y El Hatillo solo expenden combustible con tarifa dolarizada.

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Con información de Tal Cual

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