«Yuca a 3×1000. Se aceptan billetes de 100», reza un letrero de cartón en una venta ambulante del popular barrio Petare, corazón del mercado negro de Caracas. Pero la falta de dinero en efectivo continúan atormentando a los venezolanos en vísperas de Navidad.

Los 100 bolívares volvieron a la calle luego de que el presidente Nicolás Maduro prorrogase el sábado su vigencia hasta el 2 de enero, tras sacarlo el jueves de circulación para golpear -dijo- a «mafias» que acaparan ese papel moneda en las fronteras con Colombia y Brasil.

Maduro dio marcha atrás tras saqueos y protestas el fin de semana -con al menos tres muertos- por la salida de circulación del billete de 100 (0,15 dólares a la tasa oficial más alta), el de mayor valor, sin que entrara en vigor un nuevo cono monetario como estaba previsto.

«Voy a recibir los ‘marrones’ (color del billete de 100) hasta el 31 de diciembre», dijo en el bullicio de la redoma de Petare (este) el vendedor de yucas, Eduardo Rengifo.

Pero en la calle aún faltaba efectivo. Nutridas filas se formaron este lunes en bancos públicos y privados. Muchos cajeros automáticos expedían billetes de menor denominación y los de 100 se daban en ventanilla.

Beatriz Cortés, de 65 años, recorrió tres agencias bancarias. «Solo me daban 5.000 bolívares en billetes de dos. Y yo sin comida en la casa», se quejó en la fila de un banco, cuyos cajeros no funcionaban. Con eso, sólo se compra un kilo de azúcar en el supermercado.

Algunos bancos entregaban por persona unos 10.000 bolívares, que se van como agua en un país donde la inflación, según el FMI, alcanzará 475% este año, la más alta del mundo.

 «No me calo esto»

Unas 11.000 personas hicieron largas filas el viernes y sábado en la sede del Banco Central para entregar sus billetes de 100 y que la entidad -sin la nueva moneda- los depositara en sus cuentas.

Para hacer eso tenían cinco días desde el viernes, por lo que la gente, ya agobiada por la inflación y grave escasez de alimentos y medicinas, se desesperó. El caos sobrevino cuando todos tratan de hacer compras para la Nochebuena.

Entre sardinas, verduras y frutas que colman el mercado de Petare, Yoleima Colina, ama de casa de 45 años, dice que buscará salir de los billetes de 100 que le quedan y que los comerciantes tienen que aceptarlos. «Esa es la moneda venezolana, ¿qué vamos a hacer?», se resignó.

CON INFORMACIÓN DE: DIARIO CARACAS

FECHA: 20 DE DICIEMBRE DE 2016

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