En los estados Bolívar y Monagas, tener agua por tubería es una quimera para sus habitantes. En tierras guayanesas, la activación de pozos ha venido a paliar la escasez del servicio. Para quienes residen en Maturín, una toma ubicada en la avenida Bella Vista de la capital monaguense se ha convertido en su tabla de salvación.

Crónica Uno 

A diario, la cuenta en Twitter de Hidrobolívar publica avisos de interrupción del servicio de agua en algún municipio del estado Bolívar. De hecho, el suministro es casi ausente en toda la entidad. Hay zonas que llevan entre tres y hasta 10 años en que reciben, si acaso, unas pocas horas de agua potable por tubería en sus hogares.

En un monitoreo hecho por Crónica.Uno desde el 21 hasta el 28 de septiembre, se encontraron 24 avisos de interrupción del servicio de agua en alguna parroquia o municipio del estado Bolívar.

De estas más de 24 interrupciones del suministro de agua, 20 las atribuyeron a problemas por fluctuaciones de voltaje, interrupción del servicio eléctrico o caída de tensión en alguno de los acueductos o estaciones.

Apenas tres fueron por mantenimiento o reparación de equipos. Fue precisamente el caso el 21 de septiembre, cuando Hidrobolívar alegó que debido al montaje de una bomba en el acueducto Base Toma y Angostura no hubo agua en un sector de Ciudad Bolívar. El problema se extendió hasta el siguiente día cuando la estatal informó sobre el montaje de una manguera.

Ese 22 de septiembre también pararon por más de 12 horas la estación Golfo 7 para la instalación de un motor de 250 hp y el acondicionamiento de tableros de control y potencia del Golfo 9. Fueron afectadas las parroquias Cachamay, Universidad y 60 % de Unare.

Un mes sin agua
La población de Upata estuvo más de un mes sin agua en los hogares, y la compra a través de camiones cisternas se volvió un negocio lucrativo pero no asequible para todos.

Hay gente que se va a los ríos o los embalses a recoger agua y la usan para bajar las pocetas al menos. Otros la utilizan también para lavar o limpiar, pero esa agua no se puede consumir y te toca comprarla”, dijo Marveris Núñez, habitante de Upata.

Las protestas son constantes pero no así las respuestas. De acuerdo con el Observatorio Venezolano de Servicios Públicos (OVSP), encuestados de ocho ciudades evaluaron negativamente, en 65 %, el servicio de agua potable.

Solo un 27,2 % dijo recibir siempre el suministro o de manera constante. Esto se traduce mayormente en unas cinco horas de agua al día.

El OVSP también señaló que ante la falta de agua la excavación de pozos se convirtió en otra de las medidas de las comunidades para compensar la ausencia del servicio.

Caminatas en Monagas
La temporada de sequía ha complicado el escenario para quienes se abastecían de agua gracias a las lluvias que tradicionalmente, para la fecha, caían sobre Maturín; por tal razón, en las últimas semanas los residentes de la capital monaguense han tenido que ingeniárselas para poder tener el recurso en sus hogares.

El abastecimiento de agua por tubería es una de las peticiones más frecuentes de los monaguenses, y en temporada de elecciones sobran quienes prometen resolver esta dificultad, sin embargo, todo queda en palabras, pues el padecimiento continúa.

Vecinos de sectores como La Carbonera, Campo Ayacucho, Antonio José de Sucre y San Miguel llevan más de dos meses sin servicio de agua. Para poder obtener un poco, que les permita asearse, cocinar y tomar, deben caminar un poco más de dos kilómetros, hasta una toma ubicada en la avenida Bella Vista de Maturín.

Dicha toma se ha convertido en la única opción que tienen los ciudadanos de los sectores aledaños a la avenida Bella Vista para resolver ante la falla permanente en el suministro del servicio.

Los vecinos sostienen que el agua que llega a ese lugar es bombeada desde la planta de Mundo Nuevo, ubicada en Anzoátegui.

Nosotros venimos desde Campo Ayacucho, hacemos al día como cinco viajes; en la mañana vengo con mi nieto y en la tarde viene mi hijo. Venimos todos los días y dos veces, porque no tenemos tanque; entonces lo que llenamos es un tamborcito que se acaba rápido, porque el agua se necesita para todo”, comentó Magalys Campos, habitante de la zona.

En el sector Antonio José de Sucre tienen más de dos meses sin agua, pues se dañó la bomba sumergible. Esta situación los ha llevado a acudir a la salida de agua para poder contar con el servicio. Aseguran que la problemática es de conocimiento de las autoridades regionales, pero que no envían ni siquiera camiones cisternas para paliar la situación.

Un proyecto más sin concretar
Los proyectos del gobierno regional en cuanto a la distribución de agua desde Mundo Nuevo han estado sobre la mesa. Incluso, durante la gestión de Yelitze Santaella como gobernadora de Monagas se prometió la reactivación de la planta para así establecer una conexión y permitir el bombeo de agua hacia Maturín.

Parte de estos planes anunciados por el gobierno regional para la reactivación de Mundo Nuevo obedecían a las constantes fallas en la captación de agua del río Guarapiche.

El pasado 2 de septiembre, la Gobernación de Monagas informó sobre la activación del Estado Mayor de Emergencia del Agua, el cual permitiría definir una estrategia para el suministro de agua en la entidad.

El gobernador encargado, Cosme Arzolay, realizó mesas de trabajo con el comandante de la Zodi 52 Monagas para “orientar” a las instituciones como Aguas de Monagas y Barrio Nuevo Barrio Tricolor. En este sentido, Arzolay indicó que se ejecutarían proyectos en tres vertientes: acueductos, pozos y cisternas para abastecer a la población.

Esta primera fase se basa en la organización y proceso de integración de los organismos que tienen que ver con el tratamiento del agua para determinar con precisión cuáles son las debilidades y estimar las fortalezas con las que cuenta cada institución para unificar esfuerzos de manera inmediata y contundente”, precisó Arzolay.

En cuanto a la planta de Mundo Nuevo, el mandatario regional mencionó que desde ahí se suministra casi toda la demanda de agua en Maturín y refirió que los problemas que existen en cuanto al servicio obedecen a “medidas coercitivas unilaterales contra el gobierno”.

Con información de Crónica Uno

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