En el comunicado de la ANM se hace referencia a las vacunas elaboradas en Cuba, advirtiendo que no se tiene información fidedigna al respecto
La Academia Nacional de Medicina (ANM) pidió este jueves 29 de abril a la gestión de Nicolás Maduro que las vacunas que sean traídas a Venezuela cumplan con los requerimientos internacionales en seguridad y eficacia, haciendo referencia a que los fármacos «probablemente de origen cubano» que se pretenden importar al país y usarse en el plan de vacunación, no tienen una informaciones sólidas más allá de lo publicado en los medios de comunicación en la nación antillana.
Hizo referencia que en los últimos 12 meses, se han desarrollado varias vacunas contra la covid-19 con diferentes métodos pero basándose en el mismo principio: «La inducción de anticuerpos neutralizantes contra la proteína S que forma la espiga situada en la superficie del virus». Estos fármacos, según la ANM, son considerados «seguros» luego de que se hicieran varias pruebas y de ser publicados sus resultados en revistas científicas.
La información allí expuesta ha sido analizada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) y por ello fue que se ha autorizado desde ese ente la utilización de varias vacunas y con la que se ha inmunizado a más de 900 millones de personas en todo el mundo.
En contraposición, advierte que las vacunas cubanas trabajan «en un fragmento de la proteína S de la espiga conocida como RBD (Receptor Binding Domain, o dominio que se acopla al receptor)», donde subraya que los RBD «tienen poca capacidad de inducir anticuerpos capaces de neutralizar al virus y que no poseen otras regiones importantes de la proteína S» y que se están usando en programas de vacunación en Cuba sin que se publiquen sus resultados en revistas científicas para verificar su seguridad y eficacia.
Por esa razón, la Academia Nacional de Medicina se pone a disposición de las autoridades sanitarias con el fin de poder evaluar las vacunas que se considere traer para la inmunización del rebaño en Venezuela y manifiesta su preocupación por el eventual uso de medicinas experimentales en el país sin que se posea información científica al respecto.
La ciencia cubana será puesta a prueba en Venezuela después de que el chavismo recibiera con los brazos abiertos la vacuna Abdala, desarrollada por Cuba, no para su aplicación directa, sino para dar pie a la fase III de ensayos clínicos, refirió un trabajo de TalCual publicado a principios de abril.
Durante la última semana, una delegación cubana ha trabajado en la planta Espromed Bio, ubicada en la ciudad universitaria de Caracas, donde han afinado detalles para dar inicio a la fase III de ensayos en las próximas semanas.
Por otro lado, el diputado Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea Nacional afín a Nicolás Maduro, aseguró el lunes 26 de abril que Venezuela está interesada en adquirir las vacunas producidas por Johnson & Johnson, ya que a su juicio, las dosis que elabora este laboratorio tienen un costo más económico y una logística más fácil que otras vacunas porque se administra en una sola aplicación y no en dos tandas, como los demás fármacos -incluida la Sputnik V, elaborada por Rusia y una de las escogidas por quienes están en el poder-.
A Venezuela han llegado «a cuenta gotas» dosis de la vacuna rusa de las que, según Maduro, se ordenaron 10 millones -que se usarían en cinco millones de personas-. También ha manifestado querer adquirir las desarrolladas en China y en Cuba.
Con información de Tal Cual