Ayer a las 8:00 de la mañana un tren que cubría la Línea 1 del Metro de Caracas con dirección a Palo Verde presentó una falla eléctrica que lo obligó a detenerse de manera intempestiva en la estación Chacaíto y ante la contingencia se abrieron las puertas; sin embargo, eso no se pudo hacer porque estas no funcionaron.
Los pasajeros quedaron atrapados dentro de los vagones sin luz ni aire acondicionado por más de 15 minutos. Esta situación, además de pánico, generó un fuerte retraso que fue superado una hora después, aunque la interrupción eléctrica solo duró 20 minutos.
La falta de información en los canales de comunicación oficial del subterráneo, como la cuenta en Twitter, @metro_caracas, en la que usuarios han reportado por lo menos una avería semanal, contribuyó a que el caos y las especulaciones aumentaran. Hasta el momento en que la normalidad retornó ninguna información negaba o confirmaba las causas de la demora.
A este suceso se suma el del lunes pasado en la Línea 2, donde hubo un retraso de más de una hora debido a los trabajos de mantenimiento que se realizan en la vía férrea del patio de trenes en la estación Las Adjuntas.
Ricardo Sansone, coordinador general de la ONG Familia Metro, indicó que las irregularidades en la prestación del servicio tienen su origen en una falta sostenida de planificación.
“Estas fallas demuestran improvisación, se atrasa el mantenimiento que debe ser rutinario, porque no existe planificación técnica, han presentado el mismo cronograma desde hace seis años. Ya en octubre se debe presentar el programa anual de mantenimiento de 2017, pero deben asegurárseles recursos, porque si no, este no se cumple o se realiza tarde como estamos viendo”, afirmó.
Sansone, quien trabajó por casi 21 años en el Metro, destacó que la desinversión es otro factor que incide negativamente en la calidad del servicio.
“No se han hecho las inversiones necesarias. Está fallando la generación y distribución de electricidad”, advirtió.
El ingeniero explicó que en el caso de la Línea 2 la situación es más grave, pues la vía férrea fue construida para una capacidad de hasta 65 km por hora, pero en la actualidad los trenes avanzan solo a 40 km por hora en el mejor de los casos. Por esto, en este tramo del sistema de transporte se observa una mayor demora.
“Que hagan estas restricciones de circulación es bueno porque la vía lo necesita, pero no se están haciendo de forma oportuna; es decir, por qué hacerlo en septiembre, cuando en agosto el sistema está en los niveles más bajos de uso y así no se afecta el servicio”, agregó.
El técnico alertó sobre los riesgos que implica la vía férrea sin mantenimiento y manifestó que el que se hace en la actualidad no es para mejorar la calidad del servicio, sino para evitar un cierre técnico.
FUENTE: EL NACIONAL
15 de septiembre de 2016