A medida que la crisis económica en Venezuela se agudiza, quienes abandonan el país y llegan a Colombia lo hacen aún más necesitados de asistencia, ha alertado una responsable del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (Acnur), que defiende que esta crisis ha dejado de ser ya solo de índole regional para convertirse en “global”.
“La gente llega en condiciones más vulnerables, por lo que requieren más apoyo humanitario”, explica la representante adjunta de Acnur en Colombia, Yukiko Iriyama. Entre los migrantes venezolanos que llegan hay embarazadas, niños desnutridos y personas discapacitadas, subraya, por lo que suponen una carga aún mayor para Colombia, país que acoge a más de 1,4 millones de venezolanos.
El flujo de llegadas aumentó recientemente ya que muchos venezolanos intentaron cruzar Colombia para llegar a Ecuador antes de que entrara en vigor la necesidad de un visado humanitario para entrar en este país el lunes, señala Iriyama.
El Gobierno colombiano dice que solo ha recibido 96 millones de dólares de ayuda hasta mediados de agosto para afrontar este flujo, el 30 por ciento de lo que la ONU estima que necesita este año. Tiene que haber una mayor “visibilización” de la crisis de refugiados venezolanos, que “inicialmente se consideró una situación regional para América Latina”, reclama la responsable de Acnur.
América Latina y el Caribe actualmente acogen al 80 por ciento de los 4,3 millones de venezolanos que han abandonado el país en los últimos años, según Acnur. Por detrás de Colombia, los principales países de acogida son Perú, con unos 853.400 venezolanos; Ecuador, con 330.400; Chile, con 288.200; Brasil, con 178.600, y Argentina, con 145.000.
“Pedimos una mayor responsabilidad compartida a nivel internacional”, reclama Iriyama, que reconoce que no todos los venezolanos que han abandonado el país pueden ser considerados refugiados ya que “la gente se marcha por razones diferentes”.
Sin embargo, una persona no necesita haber tenido que escapar de la persecución política para ser considerado un refugiado. Muchos venezolanos carecían de comida y atención sanitaria, ambos considerados como derechos fundamentales, destaca Iriyama.
Además, hay “graves perturbaciones públicas” en Venezuela, lo cual también contribuye a que se pueda considerar a muchos migrantes como refugiados, añade.
Con información de La Patilla