En América Latina, un 30 por ciento de la población, es decir unos 184 millones de habitantes viven en la pobreza. De ellos, unos 62 millones viven en condiciones de pobreza extrema, según cifras de Naciones Unidas.
Y esa es la situación en que hoy se encuentran cientos de miles de venezolanos que se han esparcido por casi toda América del Sur en busca de una vida mejor.
La pandemia del coronavirus ha venido a agravar su situación. Los empleos han escaseado, la atención médica se ha dificultado por la saturación de los centros de salud. Y para empeorar la situación, la discriminación y la xenofobia están a la orden del día.
Ante este escenario, más de 17 organizaciones humanitarias en América Latina y el Caribe están hoy haciendo un llamado a la comunidad internacional para que se aumente su apoyo para atender las necesidades de miles de venezolanos refugiados en casi toda América del Sur.
Desde el inicio de la pandemia, muchos de los refugiados venezolanos tienen mayores dificultades para acceder a empleos, alquiler de viviendas y servicios de salud. Muchos han optado por regresar a Venezuela.
“El coronavirus está poniendo presión sobre nuestras sociedades en formas que nunca podríamos habernos imaginado. Para los refugiados o migrantes venezolanos, la pandemia los expone a mucho mayores dificultades para sobrevivir, lejos de sus hogares”, dijo Eduardo Stein, representante especial de la fuerza conjunta de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados y la Organización Internacional para las Migraciones.
“Los venezolanos en toda la region están afrontando hambre, falta de acceso a servicios médicos, y las perspectivas del desamparo y la xenofobia”, agregó.
A eso hay que agregar que quienes se encuentran en situación irregular en su país anfitrión y no tienen documentos, corren el peligro de quedarse fuera de cualquier programa de asistencia.
Para responder a ese drama, los organismos humanitarios han actualizado su Plan Regional de Respuesta para Refugiados y Migrantes que ya contaba con 1.350 millones de dólares para asistencia directa o para ser canalizados a través de los programas sociales de los países anfitriones de los venezolanos. La actualización del plan implica la recaudación de unos 1.400 millones de dólares, una buena parte de este monto sería para prevención y atención ante la pandemia del COVID-19.
Pero este plan regional está teniendo problemas para recaudar los fondos adicionales. A la fecha solo un cuatro por ciento de los fondos necesarios han sido cubiertos. Para poder cubrir los requerimientos de unas 151 organizaciones benéficas se convocará a una conferencia para recaudar los fondos a finales del mes.
“Mientras el COVID-19 aún no ha alcanzado su punto máximo en Latinoamérica, los abrumados servicios de salud continuarán en problemas en los próximos meses. Urgimos a la comunidad internacional para que generosamente provean apoyo mediante este plan regional actualizado”, dijo Stein.
La Voz de América