A la embajadora de la Unión Europea en Venezuela, Isabel Brilhante Pedrosa, le quedan 49 horas para salir del país. Esto, luego de que el gobernante Nicolás Maduro expulsara a la representante diplomática este lunes 29 de junio, en rechazo a las sanciones emitidas contra 11 funcionarios venezolanos por esa organización de países.

Mirna Yonis, internacionalista y miembro del Consejo Venezolano de Relaciones Internacionales (Covri), advierte que esta expulsión afectará el ingreso y distribución de la ayuda humanitaria al país porque “va a ser más accidentado articular lo que hasta ahora se había acordado con la UE”.

“La ayuda humanitaria si no es canalizada por la Unión Europea va a ser muy fragmentada, va a ser difícil que llegue en el tiempo y por lo tanto será poco efectiva. Esto afectará a una cantidad de organizaciones no gubernamentales, incluso a instituciones hospitalarias, que estaban contando con parte de esa ayuda”, agrega.

La UE financia el 40% de la ayuda humanitaria que necesita Venezuela, según informó el presidente de la Asamblea Nacional, reconocido por más de 50 países como presidente interino de Venezuela, Juan Guaidó.

El dato fue confirmado por Susana Raffalli, nutricionista especializada en gestión de seguridad alimentaria, en emergencias humanitarias y riesgo de desastres.

No obstante, Yonis destaca que el gobierno de Maduro no ha emitido una declaración de persona non grata contra la diplomática que pudiera lesionar la posibilidad de su retorno a  futuro, por lo que la decisión puede revertirse.

Para la internacionalista Lois Maldonado la expulsión de Isabel Brilhante limitará la ayuda humanitaria en el país y es un “error” de Maduro.

La analista señala que es común que a una acción de este tipo le siga un proceso de negociación de bajo perfil en el que se discuta si se le permite a la embajadora permanecer más allá de las 72 horas en el país o si se designa a otra delegada.

Descarta que se produzca el cierre definitivo de la delegación de la Unión Europea en Caracas como pasó con la embajada de Estados Unidos que opera desde Colombia y tiene una presencia “virtual” en el país.

Sin observación internacional

Si la posibilidad de que la Unión Europea designara una misión de observación internacional para velar por la integridad de las elecciones parlamentarias era remota, la creciente tensión entre la UE y el gobierno de Maduro terminan de cerrar esta posibilidad, en opinión de Mirna Yonis.

El rechazo expresado por la coalición de países europeos sobre la directiva de Luis Parra y la designación de los rectores del Consejo Nacional Electoral vía Tribunal Supremo de Justicia así lo confirman.

“Este incidente obstaculiza lo que ya venía siendo una relación diplomática accidentada entre el gobierno de Maduro y la Unión Europea como organismo articulador. La estrategia de Maduro es fragmentar las posiciones para negociar con los países europeos que no han asumido una posición activa o una contraposición explícita de forma bilateral para intentar alguna cooperación internacional”, explica.

Otros factores de índole logístico y legal también dificultan la presencia de una delegación de la Unión Europea como la pandemia de Covid-19 y la restricción de movilidad que impone y la modificación que se requiere de la norma electoral venezolana para cambiar la figura de “acompañamiento” que impone muchas restricciones a los observadores.

El internacionalista y embajador de carrera Gerson Revanales coincide en afirmar que la acción de Maduro afecta aún más la integridad del proceso electoral en puertas.

“La ausencia de organismos reconocidos en el país lo que hace es desmeritar el proceso electoral”, afirma.

Y agrega: “Esto es un nuevo traspiés de la política exterior del señor Maduro que va a agravar la situación en la que se encuentra el país porque la Unión Europea es la organización que mayor apoyo presta en materia de cooperación técnica al país”.

En su opinión, el régimen chavista “se extralimitó” porque las sanciones son personales y no contra el Estado venezolano.

“Este gobierno se da golpes en política exterior con todos los países. Pensar que los chinos, los iraníes y los rusos van a sustituir la cooperación internacional que nos puede dar la Unión Europea es un error. La política exterior de Maduro atenta contra la diplomacia de paz”, asevera.

La declaración de persona non grata de embajadores venezolanos en cualquiera de los países europeos pudiera darse como parte de las acciones de reciprocidad, según Revanales.

Se aleja la negociación

La Unión Europea ha jugado un papel activo en la búsqueda de una salida a la crisis venezolana que sea diplomática y democrática.

Los internacionalistas consultados ven probable que la tensión escale y se produzcan nuevas acciones contra otros diplomáticos. Maduro acusó al embajador de España en Caracas, Jesús Silva, de ser “cómplice” de Leopoldo López en planes desestabilizadores y de magnicidio.

“Esto puede escalar definitivamente, podría haber otro incidente por lo que ha dicho Maduro al cuestionar las gestiones de varios diplomáticos de otros países de la Unión Europea. Si esto ocurriera agravaría la situación de aislamiento del país y reduciría la oportunidad de tener a actores o interlocutores que puedan contar con el apoyo de la comunidad internacional en la búsqueda de mecanismos de diálogo”, expone Mirna Yonis.

Con información de Tal Cual 

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