Las plazas públicas, los cines, los restaurantes y cafés que se atreven a abrir tarde, lucen vacíos, en el segundo país más violento del mundo, según lo califica la ONG Observatorio Venezolano de Violencia (OVV). Mientras en la noche de Fin de Año, las calles de otras capitales lucieron agitadas, llenas de gente, luces y fiesta, Caracas estaba prácticamente desolada.

Operativos polémicos

La noche del viernes pasado, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) y la Policía Nacional Bolivariana (PNB) realizaron un operativo especial de seguridad de fin de año, al que acudió un equipo de periodistas de AFP.

Rocío San Miguel, directora de la ONG Control Ciudadano, comentó a la AFP que este tipo de operativos no son efectivos, pues los cuerpos de seguridad no entran a los barrios más inseguros.

«A veces se hacen operativos en los barrios, pero son la excepción. Los cuerpos de seguridad le temen al arsenal de muchos barrios. La FANB ha fracasado como cuerpo de seguridad», sentenció.

San Miguel admitió que solo la Operación de Liberación del Pueblo (OLP) -operaciones especiales contra la criminalidad lanzadas por la FANB y la policía en 2015- puede entrar a las zonas más peligrosas, pero lo hacen como «un ejército de ocupación». «Sus reglas de enfrentamiento son reglas de guerra. Está demostrado que está plenamente autorizado el uso mortal para ingresar», añadió.

El reciente hallazgo en fosas comunes de los cuerpos de 12 personas detenidas en una OLP revivió la polémica por denuncias de violaciones a derechos humanos en esos operativos de seguridad.

Sin calidad de vida 

El criminólogo Luis Izquiel afirmó a la AFP que la inseguridad acabó con la calidad de vida de los venezolanos, agobiados además por la crisis económica que los afecta con una grave escasez de alimentos y medicinas, y una inflación considerada la más alta del mundo. «Toda la población ha tenido que cambiar sus rutinas.

Son pocos los que se atreven a salir de noche. La economía nocturna es casi inexistente», dijo. Aún no han sido difundidas cifras oficiales sobre violencia en 2016, pero según el OVV, el país petrolero registró, con unas 29.000 muertes violentas, una tasa de 91,8 homicidios por cada 100.000 habitantes. El promedio mundial es de 8,9 por cada 100.000.

Roberto Briceño León, director de la organización, aseguró que solo El Salvador supera a Venezuela, con 103 homicidios por cada 100.000 habitantes.

A juicio del criminólogo, la principal falla del Estado es la impunidad. «Eso deriva en un sistema policial deficitario y corrupto. Tenemos un sistema de justicia que solo castiga a dos de cada 100 delincuentes».

FUENTE: EL NACIONAL

02 DE ENERO DE 2017

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