La Unión Europea (UE), Estados Unidos y el Grupo de Lima, desconocieron la reelección de Maduro en los comicios del pasado 20 de mayo, adelantados por la oficialista Asamblea Constituyente y boicoteados por la oposición, que los consideró un fraude.
La UE y el Grupo de Lima -excepto México- no enviaron representantes a la ceremonia, a la que acudirán los presidentes de Bolivia, Cuba, El Salvador y Nicaragua y delegados de otros países aliados como China, Rusia y Turquía.
Heredero político del líder socialista Hugo Chávez (1999-2013), el exchofer de bus y exsindicalista gobierna con mano fuerte tras haber sacado del juego a sus adversarios, con el control institucional y el apoyo de los militares, a quienes dio enorme poder económico.
No obstante la desesperanza y resignación se palpan en muchos venezolanos, asfixiados por la peor crisis que haya sufrido en su historia moderna el país con las mayores reservas petroleras del mundo.
“Esto va a alargar más la agonía que hemos vivido en los últimos años. Todo ha decaído gravemente, los bienes y servicios básicos cada día son más inalcanzables. Nos sentimos atados de manos”, dijo la enfermera Mabel Castillo, de 38 años.
Expertos auguran un agravamiento de la debacle socioeconómica. Además de la escasez de comida y medicinas, los venezolanos lidian con una una hiperinflación que según el FMI alcanzará 10.000.000% en 2019.
En lo que considera la migración más masiva de América Latina en décadas, la ONU calcula que 2,3 millones de venezolanos salieron del país desde 2015 y estima que esa cifra subirá a 5,3 millones en 2019.
Durante el gobierno de Maduro, la economía se redujo a la mitad y se contraerá 5% en 2019, según el FMI; además, el país y su petrolera cayeron en default y la producción de crudo, fuente de 96% de los ingresos, se redujo a 1,4 millones de barriles diarios, la más baja en 30 años.
Pero Maduro promete bienestar: “Me comprometo a realizar los cambios que hacen falta en Venezuela para la prosperidad económica”, dijo el miércoles.
Su reelección provocó una seguidilla de sanciones de Estados Unidos y la UE contra el círculo de poder, y los analistas prevén mayor presión internacional, en momentos en los que se afianzan en América Latina gobiernos conservadores.
Previo a la investidura, el Legislativo, que celebró el comunicado del Grupo de Lima, lo declaró “usurpador”, se proclamó como único poder legítimo y anunció que impulsará un “gobierno de transición”.
“Si la Constituyente, para enfrentar el golpe de Estado, la sedición y la ilegalidad de la asamblea burguesa decidiera en algún momento adelantar las elecciones (de 2020) al Parlamento: ¡Amén!”, amenazó Maduro.
Con información de El Estimulo