En la Ciudad Hospitalaria Enrique Tejera (CHET), fueron más de 500 las renuncias recibidas, mientras que en una de las clínicas más grandes de Valencia se retiraron 200. Todo esto ha ocasionado que pisos completos de hospitalización de centros asistenciales en la entidad hayan cerrado. “Por falta de personal se ha tenido que tomar esa difícil decisión”, detalló David Torrealba, presidente del Colegio de Enfermeros de Carabobo.
La mayoría de los nueve mil profesionales del sector que siguen activos en las nóminas deben hacer cualquier cosa para poder sobrevivir. “Ejercemos dos o tres trabajos adicionales en actividades que nada tienen que ver con la enfermería para poder comer”, relató Carmen Álvarez, integrante de la junta directiva del la organización gremial.
En las oficinas del Colegio de Enfermeros de Carabobo la actividad no para. Entre cinco y ocho agremiados al día tramitan en la institución el retiro de sus papeles para ejercer la profesión en otro país en el que sí les garantizan sueldos con los que pueden vivir.
Torrealba relató que los salarios actuales “no alcanza ni para un huevo al día porque ganamos nueve mil 743 bolívares diarios”.
A eso se le suman las precariedades a las que deben enfrentarse. “Pasamos calamidades para poder conseguir los alimentos y debemos montarnos en camiones y poner en riesgo nuestras vidas para llegar a nuestros centros de trabajo”.
Publicado por El Carabobeño
08-02-2018