En 2020, Antonio Escalona, presidente de la Unión Agrícola y Ganadera de los Andes (Unagandes), contabilizó 450 mil casos de abigeato (hurto de ganado) a nivel nacional, pero la cifra escaló en el primer semestre de este año, registrándose 200 mil casos por encima, para un total de 650 mil reses extraídas ilegalmente de los predios productivos de Venezuela en 2021. El flagelo ya no sólo se concentra en los estados fronterizos como el Zulia, Apure y Táchira, ya se ha propagado por el estado Lara afectando a fincas de los municipios Torres, Morán, Urdaneta y Simón Planas.

Javier Oropeza, director de la Sociedad Regional de Ganaderos Occidentales (?Sorgo), fue víctima de uno de estos hurtos. A su finca ubicada en el sector Papelón de Carora, la visitaron varios hampones en horas de la noche la primera semana de junio y extrajeron una vaca y tres mautes (novillas que no han sido preñadas), representando una pérdida de 3000 dólares en animales para el productor. Indicó que los hurtos comenzaron a pocos días de que una comisión de la Asamblea Nacional electa en 2020, encabezada por Iris Varela, exministra de Asuntos Penitenciarios, llegara a Carora para aplicar un plan cayapa en los calabozos del Cicpc y de la Guardia Nacional, dejando en libertad a 70 presos, varios con antecedentes de robos de ganado.

«Estos delincuentes llegan matando ganado y los huesos los entierran para evitar que los zamuros identifiquen las vísceras y el cuero del animal. En 2020 me robaron 10 animales en total, siete vacas y tres novillas. A veces la comunidad apoya a estos vándalos, justificando su acción por el hambre que tienen. No puedo entrar a parte de una finca porque los habitantes de la zona cerraron bajo amenaza para defender a estos delincuentes», contó.

«Los ganaderos estamos atados de pies y manos. El Estado, que tiene el deber de protegernos es incapaz de afrontar en su magnitud este problema. A los ganaderos se nos limita la tenencia y porte de armas que pudieran garantizar la defensa de nuestros trabajadores, familia y patrimonio. Dios libre que uno de estos felones resulte herido o muerto dentro de nuestros predios, porque el peso de la justicia injusta cae sobre nosotros desgraciando nuestra vida», exclamó Antonio Escalona.

Nicanor Oropeza, director de Fedenaga, precisó que estos hurtos han aumentado en Torres, municipio líder en la producción de queso, leche y alta genética en Lara, debido a la escasez de combustible. Productores no cuentan con gasolina para ir a diario a sus fincas o transportar a sus trabajadores, quedando descuidadas, tampoco consiguen el gasoil necesario para transportar los animales al matadero. «En Torres, el sector agropecuario está paralizado en un 80 por ciento por la escasez de combustible. En zonas como Carora, un cisterna de 38 mil litros de gasoil destinada al sector primario llega cada 15 días», expresó.

La falta de combustible también limita el patrullaje de cuerpos de seguridad en zonas rurales y en los comercios informales donde se comercializa esta carne.

Reclaman más seguridad en Lara
El 10 de junio, ganaderos afiliados a Sorgo en Carora, se reunieron con el nuevo director del Cicpc en Lara, Wilmer Uribe, para activar estrategias que permitan disminuir los casos de abigeato, sobre todo en la zona de Pie de Cuesta, en la autopista Lara-Zulia.

Antonio Escalona precisó que en el país han proliferado las bandas organizadas bajo supuestas «banderas políticas e ideológicas», que azotan las fincas no sólo invadiendo, sino sacrificando reses y comercializándolas ilícitamente.

Fernando Deibis, secretario del Consejo de Coordinación Agropecuario de Lara, resaltó que las fincas más afectadas han sido las de Humocaro en Morán, Carora; Moroturo en Urdaneta, y Buría en Simón Planas. «Exigimos al gobernador Adolfo Pereira y a la ZODI que activen mecanismos de seguridad para frenar este flagelo», exclamó.

Con información de La Prensa de Lara

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