Las famosas «balas frías» sacaban de aprieto a cualquiera. Cuando el caraqueño salía de su casa sin almuerzo o cena, se paraba en un puesto de perros calientes y se comía entre tres y cuatro. Ahora se han convertido en un lujo que algunos cuantos pueden darse. Desde enero hasta septiembre pasado los precios han subido 133,33%. Si a principios de año un perro caliente normal costaba 300 bolívares ahora se consigue hasta en 1.000 bolívares. «Hemos tenido que aumentar 15 veces este año porque todo sube y hay que hacer ajustes. La situación está muy mala», afirmó el encargado de un puesto en la llamada Calle del Hambre de La Trinidad.

En Los Dos Caminos se podía comprar una hamburguesa con refresco incluido en 800 bolívares, hoy el mismo combo cuesta 2.600 bolívares, lo que representa un alza de 225%. «Siguen siendo buenas, pero son más pequeñas y la calidad ha bajado», aseguró un mototaxista que trabaja al lado del negocio. Otros consumidores también han notado la reducción en las porciones y la baja calidad. «Los perros y las hamburguesas ya no son tan buenos como antes y las porciones son más pequeñas», indicó Eduard Delgado.

Dependiendo de la zona y de los ingredientes, un perro caliente se consigue entre 800 y 2.170 bolívares, una hamburguesa entre 2.000 y 7.255 bolívares y un pepito entre 2.500 y 4.410 bolívares. Las bebidas cuestan entre 600 y 800 bolívares. Suponiendo que una persona desee comerse un perro con una bebida debe destinar entre 1.400 y 2.970 bolívares, mientras que por una hamburguesa con refresco deberá cancelar entre 2.600 y 8.055 bolívares. El combo de pepito está entre 3.100 y 5.210 bolívares.

Ante los costos, los clientes han distanciado y disminuido sus consumos en los perreros. De acuerdo con los encargados de los puestos, las ventas han caído 80%. «Están horrorosas. Han disminuido 80% desde enero. Todo está difícil de conseguir: panes, mayonesa, salsa de tomate. Todo», expresó el encargado de un puesto en Los Dos Caminos. Con él concordaron los dueños de negocios en la Calle del Hambre de La Trinidad, Los Cortijos y Los Ruices. «Vendemos 80% menos y hemos aumentado los precios alrededor de 10 veces desde enero. Todo está caro y algunos clientes que venían todos los días ahora solo vienen un día a la semana, y quienes compraban dos hamburguesas solo compran una», informó un empleado en un punto ubicado en Los Ruices.

Cálculos del Centro de Documentación de Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros muestran que el costo promedio de un almuerzo en una zona popular subió 169,4% en el primer semestre de 2016. A principios de año se debían cancelar 720 bolívares, mientras que en julio -de acuerdo con el más reciente informe- el monto ascendió a 1.940 bolívares. Con el aumento del bono de alimentación a 1.416 bolívares diarios, los empleados necesitan 524 bolívares adicionales.

FUENTE: EL NACIONAL

10 de septiembre de 2016

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