Cuando el doctor Daniel Sánchez inició su carrera como anestesiólogo en el Hospital José María Vargas de Caracas, el centro de salud contaba con una plantilla de 20 especialistas en anestesiología por si acaso alguno llegaba a ausentarse. Corría entonces la mitad de la década de los 90. Ahora, el centro de salud solo tiene ocho médicos para cubrir los turnos de toda la semana.
La falta de anestesiólogos ha reducido el número de cirugías que se practican en uno de los hospitales más importantes de la capital. Anteriormente, un lunes cualquier podían hacerse entre 25 y 30 operaciones. Hoy día esa cifra, afirmó Sánchez, llegan a apenas a cinco intervenciones quirúrgicas.
Sánchez es el vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Anestesiología y asegura que los médicos anestesiólogos se están yendo “a patadas” del país. La razón es muy sencilla: En los países de la región hay un severo déficit de estos especialistas y ofrecen atractivas remuneraciones a los venezolanos con este título.
El galeno afirma que por esta razón los anestesiólogos encabezan la diáspora médica.
“La mayor diáspora que hay en el país es la de los anestesiólogos. Nada más en Quito sabemos que hay 71 médicos de esta especialidad. A los otros países de la región les faltan anestesiólogos y pagan muy bien”, dice Sánchez.
Hasta marzo de este 2018, la Sociedad Venezolana de Anestesiología contabilizó que 1.200 especialistas abandonaron el país. Esa cifra corresponde a los médicos que han ido a la sociedad a pedir sus acreditaciones para mudarse al exterior y empezó a recabarse a partir del año 2003.
Pese a que el número da cuenta de la “fuga” de médicos en los pasados 15 años, Sánchez detalla que la diáspora se intensificó en los últimos tres.
La Federación Médica Venezolana (FMV) estima que el éxodo de anestesiólogos es aún mayor y coincide con la sociedad en que estos especialistas están migrando en masa. Según los cálculos de la FMV, desde el año 2004 unos 2.1000 profesionales en esta área han abandonado el país.
La FMV estima que, para ese mismo período, en total han migrado unos 26.160 galenos de distintas especialidades. Los galenos alegaron que las bajas remuneraciones, las precarias condiciones de trabajo en los hospitales y la ausencia de material médico-quirúrgico son las principales razones que los llevan a tomar la decisión de marcharse.
Nueve años de formación que se van
Además de médico, Sánchez también es profesor de la Escuela José María Vargas de la Universidad Central de Venezuela y ve con preocupación cómo sus estudiantes se están yendo del país.
“Hay especialidades que están cerrando porque nadie concursa. En Psiquiatría nadie se inscribió este año y Anatomía Patológica está cerrada. Yo, en cambio, tuve 14 residentes que concursaron. Hay mucha demanda porque los estudiantes saben que esta especialización es muy cotizada y bien remunerada afuera”, explica.
Para diciembre de 2018 dos médicos anestesiólogos culminan sus residencias en el hospital Vargas y reciben su título universitario. Ambos indicaron al vicepresidente de la Sociedad Venezolana de Anestesiología que tienen planes de marcharse.
“Esta es una especialización que es muy costosa ejercerla afuera. Médicos colombianos cruzan hasta Táchira para poder cursar sus estudios en anestesiología. Un médico anestesiólogo tiene que hacer tres años para obtener la especialización y estamos hablando de un total de nueve años en estudios. Y se están yendo a otros países porque Venezuela no les ofrece una alternativa para vivir”, lamenta Sánchez.
Con información de Efecto Cocuyo