La suspensión de clases fue una de las primeras medidas oficiales, por lo que el ministerio de Educación armó un Plan de Orientaciones Pedagógicas con los lineamientos que deben seguir tanto los docentes como los padres para proseguir el período académico que debe terminar en julio. Y para no darlo por perdido ahora dependen de las plataformas virtuales.
El plan contempla evaluaciones y actividades que se deben cumplir durante el tercer lapso y los proyectos de aprendizaje presentados deben cubrirse hasta junio, es decir que aunque la fecha de la cuarentena nunca ha sido establecida con precisión, la estrategia ministerial es que el año escolar va a concluir bajo la modalidad virtual.
La estrategia ministerial se resume en que los niños y jóvenes vean las clases transmitidas por el canal del Estado y que los maestros manden una serie de tareas y evaluaciones vía correo electrónico, o que las publiquen en muros de facebook, en blogs, algunas plataformas educativas on line y en muchos casos tienen que resolver hasta enviando fotos por whatsapp de las asignaciones, es decir, cualquier recurso que permita mantener las clases a distancia.
«A nosotros nos pidieron que hiciéramos videos para explicar los temas y así colgarlos en un blog que se creó para eso. Mientras tanto tenemos que mandar guías semanales con actividades para evaluar y terminar el lapso el 30 de marzo. El problema es que muchos de nosotros no tenemos teléfonos inteligentes y los que tienen, apenas se pueden conectar a internet. En mi caso vivo fuera de Caracas, y el miércoles de la semana pasada nos quedamos sin electricidad más de cinco horas», explica una docente de Castellano que dicta clases en un liceo del oeste de la capital.
Aún así, muchos profesores expresan que han recargado el saldo de sus teléfonos móviles continuamente para mantener la conexión de datos de las operadoras telefónicas y así cumplir con las actividades. «Si saco la cuenta de las veces que he recargado, ya se me fue el salario», comenta Maritza Monagas, docente de primaria en una escuela pública del estado Mérida.
La precariedad del sistema de conexión a internet a través de la red de Cantv, que es más económico pero poco eficiente, la mayoría de las veces los deja «colgados». «Los representantes nos mandaron mensajitos que llegaron dos o tres días después porque no habían recibido las actividades o no las pudieron mandar. Una mamá me escribió de un teléfono prestado porque en el sector donde vive la luz se va a cada rato y se quedan aislados sin señal de teléfono», comenta la docente.
Para los padres y representantes, mantener la rutina de los muchachos y convertir a «cada familia en una escuela» tampoco ha sido fácil. «El lunes mandaron por WhatsApp todas las actividades que se deben hacer en casa cada día. Para el cierre del lapso deben hacer un trabajo tipo maqueta del proyecto, hacer la explicación en un video de 2 minutos y enviarlo al grupo el 27 de marzo», explica la madre de una alumna de segundo grado en un colegio ubicado en El Junquito, pero añade que vive en un sector en el que no cuentan con conexión a internet desde hace más de un año y cortes eléctricos frecuentes.
La dotación de Canaimitas, el principal recurso de aprendizaje que el ministerio presenta como un plan bandera, tampoco alcanzó un nivel de cobertura que ayude en este escenario. «A mi hija nunca se la dieron aunque estudia en un colegio subsidiado y varias veces al comenzar el año les dijeron que también les correspondía. Pero ya está en sexto grado y nada. Resolvimos con una computadora vieja que parapeteamos en la casa para que ella haga sus tareas», cuenta Luz Ely Reina, quien vive en Propatria.
Apenas transcurrida la segunda semana de cuarentena, los docentes aseguran que resolverán con lo que tienen pero la flexibilidad será la norma, ya que muchos aseguran que se están preparando para culminar el período académico de manera virtual. «Esto es para rato y aunque no sepamos cuándo podemos volver a las aulas, los muchachos no pueden quedarse en el aire, así que daremos clase así sea con el perolito que tengamos a la mano».
Con información de Tal Cuál