Fuentes de la agroindustria y Fedeagro aseguran que productores han tenido que recurrir al mercado negro para poder comprar combustible y no detener sus actividades

La escasez de diésel ha llevado a productores agropecuarios, agroindustriales y transportistas a comprar el combustible en el mercado negro hasta a un dólar el litro, monto que supera con creces el precio subsidiado de 0,10 céntimos de bolívar en las estaciones de servicio, donde racionan el suministro con un despacho de apenas 200 litros en promedio y sin cobrar.

Una fuente de la agroindustria que solicitó el anonimato, dijo a TalCual que algunos empresarios de los rubros más priorizados por el gobierno, entre ellos azúcar, pasta y harina de maíz, han podido continuar medianamente con sus actividades debido a que el Estado les ha suministrado entre 35% y 50% de sus requerimientos. Mientras, algunos de los que no están recibiendo nada de combustible han tenido que recurrir al costoso mercado negro para no paralizar su producción.

Venezuela enfrenta desde finales de 2020 una severa escasez de diésel luego de que el gobierno del expresidente estadounidense Donald Trump suspendiera, en octubre de 2020, la exención de sus sanciones petroleras contra Venezuela que permitía el trueque de un barril de petróleo por uno de diésel. La falta de este combustible, imprescindible para la economía nacional, ha empeorado en lo que va de 2021 debido a que la producción y refinación de Pdvsa no solo está por el suelo sino que, además, es intermitente.

De acuerdo con fuentes del sector petrolero, a mediados de marzo se estaban produciendo unos 30.000 barriles al día, la mitad de la demanda que se ubica en 60.000 barriles diarios, aproximadamente.

«Estamos consiguiendo gasoil en 210 dólares la pipa de 200 litros (0,95 dólares cada uno). Y en el municipio Mara conseguimos la gandola de 5.000 litros a 0,89 el litro con una empresa que se llama Calinin», asegura el agroindustrial. «El combustible que varias empresas logran tener en stock solo les alcanza para una semana, entonces están con la incertidumbre de cómo continuar produciendo. Y la logística es complicada porque es algo nuevo que tienes que ir saltando para avanzar».

A pesar de que la compra del diésel en dólares incrementa los costos, la fuente explica que los agroindustriales no pueden aumentar los precios de sus productos porque si lo hacen estos «se quedarían en los anaqueles».

En el estado Zulia los suministros de diésel a mediados de marzo para las gandolas que transportaron productos de agroindustrias hacia Caracas fueron de 200 litros, menos de la mitad de lo que requiere para cubrir la ruta (500 litros).

El diésel es indispensable para la industria porque es el combustible que mueve las unidades de transporte que trasladan las materias primas, los insumos, los repuestos y los trabajadores. La mayoría de las empresas tienen plantas eléctricas por el colapso del sistema eléctrico que funcionan únicamente con diésel. Las calderas de la agroindustria, si bien hay algunas que trabajan con gas, la mayoría usa el combustible.

El 100% de las gandolas y el 85% de los camiones 350 y 750 que trasladan los productos hacia los centros de distribución y establecimientos utilizan diésel.

El sociólogo Edison Arciniega, especialista en seguridad alimentaria, explica que los efectos de la escasez de diésel aún no se han reflejado en los anaqueles debido al acceso racionado de algunos sectores priorizados de la agroindustria al combustible, así como a la inflación en el rubro de alimentos que mantiene un aparente abastecimiento en los comercios.

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Con información de Tal Cual

 

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