La interrupción del servicio eléctrico desde el lunes 25 de marzo a las 9:50 pm limitó aún más los servicios de salud pública en el estado Lara. El segundo mega apagón del mes ha ocasionado suspensión de consultas médicas y tratamientos, mientras que la atención es tardía en las emergencias de hospitales y ambulatorios que reportan escasez de insumos.

En el Hospital Central Antonio María Pineda y el Hospital General Luis Gómez López, ambos localizados en Barquisimeto, no hay agua por tuberías desde este martes 26 de marzo en la mañana. Familiares de pacientes deben cargar botellas de agua por los distintos servicios para el aseo y consumo personal, además de recorrer varias farmacias, clínicas y laboratorios para encontrar los insumos y estudios ausentes en la red de salud pública. En el trajín se retrasa la atención de los pacientes que ingresan a las emergencias: farmacias decantan por otros medios de pago como efectivo y transferencias por el colapso de los puntos de venta y los familiares demoran entre cinco y ocho horas en busca de los tratamientos.

Agua racionada

Trabajadores del Hospital Central Antonio María Pineda confirmaron que el agua es racionada en los servicios de emergencia y hospitalización por turnos. El personal advierte que no se cumple con el adecuado lavado de manos ni la esterilización de los equipos médico-quirúrgicos. Además, aumenta el uso de soluciones fisiológicas para la limpieza de implementos y los procedimientos. Mientras tanto, familiares recargan botellas en las afueras del centro asistencial y compran agua potable “No hay agua, pero tampoco me la han pedido todavía. Cargo la mía por precaución”, dijo una joven en trabajo de parto a las puertas de la emergencia obstétrica. Familiares con bidones indicaron que en los baños públicos tampoco hay agua.

Sin luz ni insumos

En el Hospital General Luis Gómez López la planta eléctrica no garantiza el suministro a todos los servicios y en la Unidad Psiquiátrica de Agudos hay tres pacientes hospitalizados que son atendidos a oscuras desde hace más de 16 horas. Aparte no tienen agua por tuberías. Empleados relataron que usan las linternas de sus teléfonos para administrar los tratamientos que necesitan esos pacientes y desde los insumos hasta el agua corren por cuenta de los familiares. Aplazaron cirugías por la falta de agua en los quirófanos y funcionaron a medias en la central de citas y consultas. Los pacientes llegaron con cargadores y regletas hasta el hospital para encender sus celulares después de horas sin servicio eléctrico en sus sectores.

Diálisis inoperativa

Cerca de 150 pacientes fueron referidos a la Unidad de Diálisis Barquisimeto, el Hospital Pastor Oropeza y la Clínica Razetti para conectarlos a las máquinas, aunque ya varios se pronunciaron por la poca efectividad de estas terapias durante el plan de contingencia que satura los centros con equipos fuera de servicio por falta de repuestos o déficit de insumos esenciales.

Con información de El Pitazo

 

 

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