En el albergue hay 147 venezolanos provenientes de Colombia, Perú y Ecuador, quienes esperan por los resultados definitivos de la prueba PCR de COVID-19 para poder regresar a los distintos estados del país. Exigen un trato y alimentación adecuados y se les garantice el derecho a la salud.

Familiares de los migrantes venezolanos recluidos en el Puesto de Atención Integral (Pasi) de la escuela Héctor Vidal Benauco, en el municipio Biruaca de Apure, denunciaron, este martes 30 de junio, que los encargados de este refugio solo les ofrecen dos comidas al día y agua de mala calidad. También revelaron que en este Pasi no tienen garantizado el suministro de medicinas.

Los denunciantes comentaron que sus parientes cuentan con agua potable para beber, pero cuando se agota se ven obligados a ingerir agua directamente de las tuberías. Aseguraron que por la poca comida que reciben deben cocinar con leña para no pasar hambre.

Analid Millán, habitante del estado Vargas, expresó que durante el desayuno y almuerzo lo que les ofrecen es arepa o arroz con mortadela o granos. Añadió que esta comida intoxicó a su nieto de cinco meses de nacido. “El bebé ha adelgazado, cuando salieron de Ecuador pesaba 8 kilos y ahora 7,300 gramos”, expresó.

Millán manifestó que las autoridades mantienen a los migrantes venezolanos en condiciones precarias sin importar nada. “Son venezolanos que decidieron regresar al país, no porque amen a Venezuela ni al gobierno, sino porque los botaron de sus empleos, así como de los arriendos”, dijo. Aseguró que sus familiares han sido sometidos a cinco pruebas de COVID-19 en las que han resultado negativas y aun así no se les autoriza su salida del albergue.

Sin medicinas

Igualmente, denunció la deficiente atención médica en el lugar, por lo que exigió a las autoridades garantizar el derecho a la salud, el traslado de los enfermos desde el albergue hasta los centros hospitalarios y la entrega de medicinas.

“Mi nieto, desde el viernes 26 de junio, presentó fiebre y fue revisado por el médico luego de que mi hijo ejerciera presión para exigir atención hasta lograr su cometido. El médico le mandó una receta que no podían comprar, porque los regentes del refugio no lo permiten; están retenidos en contra de su voluntad, esta situación es desesperante”, dijo.

El 2 de junio, esta familia de tres personas viajaron a pie y en cola desde Guayaquil hasta Rumichaca, en Ecuador, y luego fueron retenidos en Ipiales, Colombia, donde cumplieron cuarentena durante 15 días, seguidamente fueron trasladados desde ese lugar hasta Arauca, donde permanecieron tres días, desde la frontera hasta el mencionado refugio donde cumplen 14 días.

Con información de Tal Cual

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