La disminución del bombeo de agua potable en el estado Aragua supera 40%, debido a que se desvía hacia otros estados y por las fugas en las tuberías dañadas y las tomas ilegales.

La situación ya se había analizado en 2016, cuando un estudio de la Alcaldía de Girardot determinó que  40 % del agua para el consumo humano que se suministra a la región es desviada, principalmente, a zonas del vecino estado Carabobo. Esto forma parte de la severa escasez de agua que ha padecido Aragua en los últimos años y que se ha agudizado en 2019.

El estudio en poder de la Alcaldía de Girardot señala que el deterioro de la infraestructura, roturas de tuberías, empotramientos ilegales y desvíos contribuyen también a la reducción del bombeo de agua. El diagnóstico técnico elaborado por el ingeniero Gian Franco Morassutti, especialista hidráulico de la Asociación Venezolana de Ingeniería Eléctrica, Mecánica y Profesiones Afines, capítulo Aragua, así como la mesa de infraestructura del Plan País lo han tomado como correcto, y estas organizaciones intuyen que debe haber variado en los últimos tres años.

Racionamientos más frecuentes

El Acueducto Regional del Centro debería producir 7000 litros por segundo. Por la opacidad en la información pública oficial actualmente, se desconoce si esa cantidad sigue vigente desde 2016, cuando se tuvo acceso a un diagnóstico técnico. La falta de mantenimiento de las redes de distribución de agua potable y de las conexiones domiciliarias ha provocado pérdidas de 5400 litros por segundo de agua ya tratada.

Los especialistas no dudan de que el volumen de agua bombeada a la región haya disminuido mucho más. Los constantes y prolongados racionamientos en Aragua son cada vez más frecuentes. El más reciente fue el 23 de octubre pasado: “Una fuerte fuga causó daño en tubería de 54 pulgadas perteneciente al sistema regional del Centro II y que mantiene afectado al eje oriental de Carabobo y Aragua. En horas de la madrugada hemos avanzado”, reseñó en Twitter la Hidrológica del Centro.

Comienza  noviembre, y aún varias comunidades de distintos municipios de Aragua siguen en sequía.

Existe un proyecto engavetado –explica Lucero– que proponía ampliar la capacidad de bombeo en 5000 litros por segundo adicionales, a través de la línea 2 del acueducto y  con la que se garantizaría agua permanente a todo el estado, por lo menos hasta 2030.

Pero para que cese la escasez de agua en la región se deben ejecutar otras obras de envergadura que pasan necesariamente por el proceso de saneamiento de las aguas del lago de Valencia.

Aragua no cuenta con una planta propia de tratamiento de aguas servidas y su ejecución no está en los planes y proyectos de Hidrocentro.

Las aguas en las costas del lago en Maracay son las más contaminadas. Así lo demostró un estudio realizado por Hidroven, como proyecto de RGR Ingeniería C. A., a través de la prestigiosa empresa de ingeniería Caura.

“La mayoría de los embalses de Venezuela, y en particular los de la región central del país, datan de más de 50 años de construcción y se encuentran en franco deterioro, con altos niveles de nitrógeno, fósforo y altamente eutrofizados, por lo que potabilizar estas aguas es severamente difícil”, refuerza Castillo.

El sistema regional del centro cuenta con las plantas de potabilización Alejo Zuloaga y Lucio Baldó Soulés, diseñadas y construidas en concordancia con las características del tipo de agua de sus respectivas fuentes de abastecimiento (embalses Pao Cachinche y Pao La Balsa) al momento de su puesta en operación.

Luego de 1999 estas plantas fueron abandonadas y hoy en día sus vertidos continúan siendo contaminantes.

Con información de Crónica Uno.

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