Hasta tres y cuatro meses sin gas doméstico han permanecido muchos aragüeños. La venta y distribución de este servicio se ha convertido en un verdadero calvario para las familias, que, ante la escasez del gas, han recurrido a las viejas prácticas de cocinar en leña. El viacrucis que padecen todas las comunidades y urbanizaciones de la región que se surten del gas doméstico que provee Pdvsa Gas Comunal es interminable y ha devenido en mafias que cobran montos muy por encima de los establecidos para los cilindros.

En Aragua existen tres plantas de distribución para atender 13 de los 18 municipios de la región y en donde se hace el llenado de las bombonas: Maracay 1, ubicada en la Zona Industrial Güere (municipio Mariño), Maracay 2, ubicada en Coropo (municipio Linares Alcántara) y 4 de Febrero, ubicada en el municipio Zamora.

Además cuenta con un cuarto centro de distribución ubicado en La Victoria, el cual sirve de acopio para las unidades que distribuyen a los municipios del eje este del estado Aragua: Ribas, Revenga y Santos Michelena. Los municipios del sur del estado, San Sebastián, San Casimiro, Camatagua y Urdaneta, dada la ubicación geográfica, son abastecidos por la Gerencia de Guárico, mientras que el municipio Tovar es atendido por la Gerencia del estado Miranda.

En estos “llenaderos” es común y rutinario que, desde horas de la madrugada, se formen largas colas de usuarios que recorren varios kilómetros para obtener gas doméstico. En un recorrido realizado por Crónica.Uno por el conocido “llenadero de La Julia”, se pudo constatar que muchos provienen de varios municipios en los que se supone cuentan con planta de llenado y otros viajan inclusive desde zonas como Mariara, en el estado Carabobo, en donde la escasez de gas doméstico también se ha agudizado en los últimos meses.

Entre 600 y 1000 personas, en promedio, madrugan diariamente en las afueras de este llenadero, en donde de acuerdo con una funcionaria de Pdvsa Gas que no quiso identificarse, el servicio no tiene ningún costo. Sin embargo, en la cola, los usuarios aseguran que cancelan entre dos bolívares soberanos y 50 céntimos, dependiendo del tamaño del cilindro, más una “colaboración” para el conductor del camión que ingresa a la planta con los cilindros que trae de otras zonas o que recoge en las afueras del mismo llenadero.

“El que quiera salir temprano del llenadero debe venirse, por lo menos, a las 2:00 de la madrugada” cuenta José Mogollón, un usuario que vino desde La Victoria a recargar su bombona y que debió lidiar con lo que muchos califican como una “mafia” entre militares y funcionarios de Pdvsa Gas, que cobrarían 50 bolívares soberanos para reservar los primeros lugares en la cola.

“Queremos gas, queremos gas”, gritaban muchos maracayeros que se apostaron frente a uno de los “distribuidores” informales de gas que existen en la ciudad, reclamando gas doméstico.

Con información de Crónica Uno

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