La Asamblea Nacional aprobó un proyecto de acuerdo con el objeto de propiciar una solución política a la crisis nacional entre la comunidad internacional, las fuerzas democráticas de Venezuela y la ciudadanía. Sin embargo, el partido La Causa R y la fracción 16 de Julio salvaron los votos porque conocieron el proyecto cinco minutos antes de que se produjera el debate.
El encargado de presentar el documento aprobado fue el jefe de fracción de la Mesa de la Unidad Democrática, Juan Guaidó (VP), quien aseguró que el objetivo es mantener el parlamento nacional como institución para procurar el cambio político en el país. Es por ello que, según dijo, apelarán a la comunidad internacional para que aumente la presión que ha ejercido durante los últimos meses.
El Poder Legislativo hizo énfasis en el punto cuatro del documento al señalar que la salida política debe conllevar a la liberación de los presos políticos, retorno de exiliados y levantamiento de las inhabilitaciones; el restablecimiento de las competencias de la AN; la disolución de la Asamblea Nacional Constituyente; y condiciones electorales democráticas con un árbitro equilibrado y bajo la observación nacional e internacional.
Sin confianza en el Gobierno
El segundo derecho de palabra le correspondió al diputado José Luis Pirela, quien justamente anunció este martes su incorporación a las filas de Vente Venezuela y en consecuencia, a la fracción parlamentaria 16-J. En nombre de sus compañeros, dijo que el acuerdo se había conocido “minutos antes” de presentarlo, lo que a su juicio debe corregirse porque este tipo de documentos, que tocan la esencia de un debate político, requiere una revisión exhaustiva.
“¿Cuáles son las señales concretas frente a la posibilidad de un acuerdo? ¿Es que se puede construir un acuerdo democrático con una dictadura que no respeta la Constitución ni las leyes? Nosotros tenemos reservas y no queremos dividir el parlamento, pero tampoco vamos a aprobar algo sin conocerlo previamente”, argumentó.
Pirela (VV) aclaró que la fracción 16-J no confía en el Gobierno. Para él, una señal clara sería designar un nuevo CNE o disolver la Constituyente, que fue justamente el punto más largo del acuerdo aprobado. Aun así, la fracción salvó el voto porque consideran que se deja una ventana abierta para establecer una mesa de diálogo con Maduro y sus funcionarios.
Luis Florido, quien ya no milita en ningún partido político pero forma parte de la fracción unitaria, sostuvo que en la AN no hay nadie que quiera “lavarle la cara al régimen”. Apuntó que no hay diputados puros ni impuros, sino dirigentes políticos que se encuentran en plena capacidad para encontrar caminos en conjunto con la comunidad internacional.
Alfonso Marquina (PJ) fue el responsable de cerrar este debate. “No hay posibilidad de diálogo ni de negociación porque no hay un gobierno dispuesto a resolver los problemas de los venezolanos”, justificó.
Con información de El Pitazo