Una bebé de seis meses de nacida falleció en el Hospital Universitario Manuel Núñez Tovar que presentaba deshidratación y bajo peso. Fuentes internas del hospital destacan que la niña presentaba también moqueo nasal, tos y fiebre lo que alertó a los médicos de guardia.

Clínicamente se conoció que la bebé presuntamente presentaba tosferina, pero tal sospecha no se pudo corroborar a través de exámenes de laboratorio, porque para realizarlos se debe tomar una muestra denominada «cultivo de secreción de faringe», la cual es enviada a la ciudad de Maracay. Ante la falta de reactivos se imposibilitó realizar el examen. Después de 16 días internada, la niña falleció el pasado lunes 12 de agosto.

El cuadro clínico que presentan los niños que mueren por desnutrición comúnmente es deshidratación y diarrea moderada. De las 41 muertes registradas en lo que va de año, 40 corresponden a niños menores de un año. La mayoría de los pequeños fallecidos habitaba en comunidades populares del estado y, de acuerdo con información aportada por sus representantes, eran alimentados con leche completa, agua de avena, agua de arroz o pasta. Médicos expertos en la materia destacan que estos alimentos no aportan los nutrientes que requiere la dieta de los niños en etapa de lactancia materna.

Médicos afirman que producto de la inadecuada alimentación se desencadenan otras enfermedades, como en este caso tosferina; se recomienda que los niños sean alimentados a través de la lactancia materna.

Según la FAO, «desde 2014, Argentina, Bolivia y Venezuela vieron incrementos en su número de personas subalimentadas. El mayor aumento ocurrió en Venezuela: 600.000 personas más sólo entre 2014-2016 y 2015-2017″.

Con información de Crónica Uno

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