Venezuela aparece por primera vez como un país “no libre” en el informe anual de Freedom House publicado este martes, mientras que en 2016 la libertad cayó en Nicaragua a su nivel más bajo en más de 20 años.
“La combinación de gobierno de mano dura y extrema mala gestión económica del presidente venezolano, Nicolás Maduro, empujó a su país al estatus de ‘no libre’ por primera vez en 2016″, concluye el documento, que será presentado hoy en la sede de la entidad en Washington.
Además, señala que “Venezuela ha servido como modelo para los regímenes populistas en la región, pero hoy es el epítome del sufrimiento que puede ocurrir cuando los ciudadanos no tienen la posibilidad de hacer que sus líderes rindan cuentas”.
En 2016, Maduro, “confiando en el control que tiene el régimen sobre los tribunales”, respondió a la victoria de la oposición en las elecciones parlamentarias “quitándole poder a la asamblea legislativa y bloqueando el referendo revocatorio presidencial, con lo que impidió el único camino a un cambio ordenado de liderazgo”.
El “similar régimen” del jefe de Estado de Nicaragua, Daniel Ortega, llevó en 2016 al país a su nivel más bajo de libertad en más de 20 años.
Nicaragua, que se mantiene como “parcialmente libre” en la clasificación de Freedom House, sufrió en 2016 un declive de los derechos políticos y de las libertades civiles “al expulsar la justicia al líder del principal partido opositor y por la expulsión de 16 legisladores de la oposición en la Asamblea Nacional antes de las elecciones de noviembre”.
Y esto “combinado con los esfuerzos del Gobierno para silenciar a periodistas y académicos con opiniones contrarias”.
En Brasil -clasificado como “libre”-, la destitución de la presidenta Dilma Rousseff “dominó la escena política” en 2016.
“Como quiera que sea que la historia juzgue la destitución en sí misma, el proceso obstaculizó el funcionamiento del gobierno al absorber la atención ejecutiva y legislativa durante meses, e hizo muy poco para resolver la más amplia crisis de corrupción en la que prácticamente la entera clase política enfrentó alegaciones de soborno, tráfico de influencias y malversación”, apunta.
En Colombia -catalogado como “parcialmente libre”-, el acuerdo de paz con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ofreció un “bienvenido contrapunto” al “colapso económico y político” de su vecino Venezuela.
El acuerdo es un “buen presagio” para una democracia “dañada durante mucho tiempo por la violencia”.
Sobre Cuba -clasificado como “no libre”-, los expertos de Freedom House consideran que “la apertura política parece lejana a pesar de la muerte de Fidel Castro y de dos años de deshielo con Estados Unidos”.
En Ecuador, que continúa como “parcialmente libre”, empeoraron las libertades civiles en 2016 y el próximo mes habrá elecciones para escoger al sustituto de Rafael Correa, cuya “mano dura con la oposición política, los periodistas críticos, los manifestantes y las ONG ha llevado un declive sostenido en la libertad durante su mandato”.
Fuente: El Estímulo
Fecha: 31 de enero de 2017