El esposo de Zoraida Rodríguez murió. Ella fue la primera víctima del ataque armado militar y ahora su pareja Rolando García también. Ambos son indígenas pemones. De acuerdo con la asociación Kapé Kapé, este 22 de febrero, por lo menos otros 15 miembros de la comunidad indígena resultaron heridos por la arremetida del Ejército en el municipio Gran Sabana de Bolívar.

El hecho ocurrió cuando una caravana de nueve convoy de la GNB se trasladaba hasta Santa Elena de Uairén. Los testigos aseguran que los militares dispararon contra el punto de los pemones donde se encontraban al menos 20 personas. El ataque a tiros dejó una pareja de indígenas muerta y las heridas causadas por balas a 15 personas más.

En su portal web, la asociación Kapé Kapé informó que se desconoce el estado de éstos últimos tras el ataque militar a la comunidad Kumarakapay San Francisco de Yuruani.

“Esta es zona de paz. Aquí nadie puede venir a provocar. Lamentablemente pasó lo que pasó, porque ellos venían con toda la fuerza. El resultado fue dos muertos y seis heridos indígenas. Tenemos a cuatro detenidos del Ejército“, dijo líder Kumarakapay , Emilio González.

Este 22 de febrero, los ciudadanos del estado Bolívar se organizaron para traer la ayuda humanitaria desde Roraima, Brasil. Por eso, los indígenas se enfrentaron a los funcionarios de la GNB que evitaban el paso de los insumos médicos y alimenticios.

La resistencia fue liderada por la Guardia Territorial Pemón salió al sitio y evitó que la comisión de la GNB llegara a la frontera con Brasil.

Juan Guaidó, presidente encargado y promotor principal del ingreso de la ayuda humanitaria, dio un ultimátum a los órganos de justicia. “Mayor general Jesús Mantilla Oliveros, general de División Alberto Mirtiliano Bermúdez: o capturan y entregan a los responsables de la represión y asesinato de los hermanos pemones en Kumarakapay que respaldan la ayuda humanitaria, o ustedes serán los responsables”, manifestó en un mensaje de Twitter.

Tensión en frontera con Brasil

El profesor de la escuela de Fe y Alegría, ubicada en la localidad de Manacruz del municipio Gran Sabana, David Silva, denunció que junto a su familia fue víctima de amenazas de miembros del Ejército en el puesto de control de Santa Elena de Uairén.

Las amenazas que incluyeron empujones y apuntar a sus dos hijas y ahijada con fusiles, se produjeron la mañana de este viernes 22 de febrero, cuando intentaba regresar a su casa en la población de San Antonio de Morichal, después de Santa Elena de Uairén.

Silva detalló que los militares querían impedirle el paso a su hogar, pero no sólo a él sino a un numeroso grupo de personas que viven después de Santa Elena.

Esto ocurrió después de que en la escuela suspendieran las clases por el asesinato de dos indígenas pemones de la comunidad indígena de Kumarakapay en la localidad de San Francisco de Yuruaní este mismo 22 de febrero.

Con información de Efecto Cocuyo

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