Las colas por gasolina empeoran, sobre todo en el interior del país. El declive de la industria petrolera se agudizó en abril de este año, cuando Petróleos de Venezuela (Pdvsa) produjo apenas 700.000 barriles diarios, según fuentes secundarias de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep). Conocer la magnitud de la escasez, de los inventarios y del estatus de las refinerías es casi imposible, debido a que los datos son controlados con recelo por el Gobierno. Desde la Asamblea Nacional (AN) hacen el intento de informar al país sobre las condiciones de la industria, así como el gremio de trabajadores, sin embargo, las cifras que ambos entregan guardan una diferencia considerable.
La información acerca del mercado interno no es la única que la administración de Maduro ha convertido en secreto de Estado. Desde 2016 el Banco Central de Venezuela (BCV) no ofrece información de los indicadores vitales para la planificación como el Producto Interno Bruto, Inflación, Escasez, entre otras. Ante la opacidad con las cifras en momentos como este es necesario recurrir a fuentes secundarias o referenciales.
Venezuela posee cinco refinerías: el Centro de Refinación Paraguaná (CRP), que agrupa a Cardón y Amuay en el estado Falcón; El Palito en Carabobo; Bajo Grande en Zulia, Puerto la Cruz y San Roque en Anzoátegui. Según el economista y diputado a la AN, José Guerra, la única planta operativa es la de Cardón. No obstante, Iván Freites, secretario de la Federación Unitaria de Trabajadores y Trabajadoras de Petróleos de Venezuela, asegura que la refinería que está activa es la de Amuay, generando 120.000 barriles de petróleo diarios con una capacidad instalada de 1.300.000 barriles.
De acuerdo con cifras que maneja el dirigente sindical del sector petrolero en 2010 el consumo de gasolina en Venezuela era de 270.000 barriles al día y 105.000 barriles de gasoil. “Hoy el consumo es de 140.000 barriles de gasolina diarios y apenas estamos produciendo 35.000 y no es terminada. No estamos produciendo un litro de gasolina terminada en Venezuela”, afirma. Mientras que el parlamentario José Guerra dice que en 2012 los venezolanos consumían 450.000 barriles diarios de nafta y en 2019, 200.000, “hay un déficit de 100.000 que hay que importar y no tenemos cómo pagarlo porque viene del mercado internacional”, expresó el diputado el 20 de mayo desde la sede de Primero Justicia.
En palabras de Iván Freites, la gasolina que importa el Gobierno proviene de la española Repsol, la rusa Rosneft y Reliance (India). Por otro lado revela que actualmente “todos los sistemas de Pdvsa están caídos”. “Los tumbaron, no se pueden ver los fondos de ahorro, la facturación se hace de manera manual, tumbaron los sistemas hace dos meses para poder cometer delitos, sobre todo con lo que sale para Cuba y de contrabando”, dijo, una medida que asocia con las sanciones de Estados Unidos a la estatal ocurridas el 28 de enero.
“El problema está en la caída de la producción petrolera. No hay petróleo que refinar”, para Guerra esta es la causa de que Venezuela no tenga gasolina. Además, sostiene que la única planta refinadora que queda activa es la de Punta Cardón en el estado Falcón, con una producción de 100.000 barriles de gasolina al día, la mitad de lo que, asegura, consumen los venezolanos actualmente, mientras que los otros 100.000 que son importados, generan que el Estado gaste ocho millones de dólares al día, una cifra que revela una disminución si se compara con la otorgada por la Comisión de Finanzas en marzo de este año, para entonces el Parlamento aseguró que las pérdidas rondaban los $11 millones.
Con información de Crónica Uno