Para frenar el contrabando de gasolina de Colombia a Venezuela, las autoridades del vecino país instalarán vigilancia en las estaciones de servicio a fin de evitar la fuga del combustible subsidiado, pues los cucuteños están empezando a pagar la gasolina a precio no subsidiado.
Desde el pasado 17 de septiembre las estaciones de servicio de Cúcuta, ciudad fronteriza de Colombia con Venezuela, amanecieron militarizadas. El contrabando de extracción se invirtió de Colombia hacia Venezuela debido a que la crisis de gasolina es aprovechada para ingresar combustible del vecino país hacia el territorio nacional. Las autoridades colombianas vigilan las bombas para evitar que el combustible colombiano termine en Táchira.
Ante la poca distribución de gasolina en Táchira, la cual es exclusivamente para sectores priorizados, tales como productores, cuerpos de seguridad, rescate, entre otros, los vehículos particulares tienen ocho semanas sin despacho, lo que convirtió el contrabando de gasolina colombiana en un negocio muy lucrativo para colombianos y venezolanos.
El problema radica en que en el vecino país hay dos tipos de gasolina: la subsidiada, cuyo costo es de 6300 pesos (1,9 dólares aproximadamente) el galón y cuya disponibilidad es de unos 6,5 millones de galones mensuales, mientras que la no subsidiada tiene un costo de 9800 (2,8 dólares) el galón.
Esta medida fue tomada por el gobierno colombiano hace más de 10 años a través de la Dirección Nacional de Hidrocarburos, a fin de frenar la compra de gasolina venezolana de contrabando. El combustible nacional inundaba el mercado vecino y generaba pérdidas al sector del Norte de Santander.
Sin embargo, dada la escasez de gasolina en Venezuela, el contrabando de extracción de combustible hacia Colombia ha mermado casi en su totalidad, por lo que ahora la introducción se hace desde el vecino país hacia Venezuela, a fin de cubrir la demanda que hay en la entidad.
Por esta razón, desde este jueves serán custodiadas las estaciones de servicio en Cúcuta, para evitar que la gasolina subsidiada entre por trochas hacia Venezuela y genere escasez en el Norte de Santander, lo que, a su vez, deriva en compra de gasolina a precio no subsidiado.
Aunque se debe pagar en pesos colombianos, quienes se han visto en la obligación de comprar gasolina de contrabando aseguran que sale más barata que la nacional y de mejor calidad que la iraní, a la que le achacan fallas en el sistema de inyección de los vehículos.
Precios
De acuerdo con informaciones suministradas por compradores de gasolina en la frontera, cuando el combustible colombiano es subsidiado, las pimpinas de 25 litros cuestan entre 50.000 y 55.000 pesos (17 dólares), pero cuando no lo es, puede costar entre unos 66.000 y 75.000 pesos (entre 20 y 22 dólares).
De allí que quienes la trasladan a municipios del estado ponen sus precios, que van desde 75.000 a 80.000 pesos (22 a 24 dólares) por la pimpina de 20 litros. El costo depende directamente de la distancia del municipio a la frontera.
Compradores de gasolina en la ciudad aseguran que es la única forma de trasladarse en sus vehículos por la entidad, pues no hay despacho de gasolina desde julio para carros particulares.
Tenemos dos meses sin echar gasolina en una bomba. Para hacerlo hay que pagar. Prefiero la gasolina colombiana que no le daña el carro a uno”, dijo un comprador, que se reservó su nombre.
La Mesa Técnica de Combustible suspendió el despacho de gasolina a carros particulares en el estado Táchira desde mediados de julio y ni en semanas de flexibilización han abastecido. Aseguran que es por medidas de protección ante la COVID-19.
Pese a que en todo el país regía una medida de pico y placa, en el Táchira, las autoridades encargadas del combustible idearon medidas diferentes a las anunciadas por el mandatario Nicolás Maduro, lo que complicó aún más el suministro de gasolina. El 18 de julio fue el último día que pudieron abastecerse de gasolina los carros particulares en la entidad.
Vigilancia
A través de medios colombianos se supo que la Policía Nacional de ese país ha detectado a varias personas comprando gasolina para contrabandearla hacia Venezuela, razón por la cual las autoridades vecinas tomaron la decisión de custodiar las estaciones de servicio que aún tienen gasolina a precio subsidiado.
El comandante de la Policía Nacional, el coronel José Palomino, dijo que hay 25 carros venezolanos que no están registrados y verifican en qué negocios se encuentran inmersos. Agregó que, de comprobarse complicidad con operadores de los surtidores en las estaciones de servicio, serán puestos a orden de las autoridades para ser judicializados.
Asimismo, agregó que la Dirección de Inteligencia Policial hace las labores pertinentes para minimizar el flujo de gasolina hacia Venezuela por trochas y demás caminos verdes que comparte el Táchira con el Departamento Norte de Santander.
Este viernes 18 de septiembre, en la zona Los Patios, Colombia, fue detenido un vehículo que cargaba pimpinas de combustible. La estación de servicio del lugar fue cerrada pues no cuenta con el permiso de los bomberos.
Con información de Crónica Uno